Impacto de sentirte sexualmente atractivx
Elena González García min lectura
Un nivel alto de autoestima sexual es esencial para disfrutar de una vida sexual plena
Sentirnos sexualmente atractivxs puede tener implicaciones sobre cómo experimentamos nuestra sexualidad y nuestras relaciones sexuales, independientemente de nuestro género u orientación sexual.
En este artículo te contamos los beneficios de sentirte sexualmente atractivx y unos tips para que tu autoestima sexual se mantenga por las nubes. ¡No te pierdas nada!
Beneficios de sentirte atractivx
Sentirnos objetos de deseo es uno de los mayores detonantes de la excitación... de eso no cabe duda. No dejes que la inseguridad y la falta de autoestima en el aspecto sexual te juegue malas pasadas... Atentx a estos beneficios [1]:
Las personas que ser sienten sexualmente atractivas son más seguras de sí mismas como parejas sexuales, lo que les puede ayudar a vivir sus experiencias sexuales con más libertad y tranquilidad.
Sentirte sexualmente atractivx se traduce en una mayor satisfacción con sus experiencias sexuales o los aspectos sexuales de sus vidas, en general.
Los estudios apuntan que las personas con una mayor autoestima sexual suelen experimentar una mayor frecuencia de actividad sexual, ya que aquellas que no están satisfechas con sus cuerpos evitan la actividad sexual.
Habrá para quienes esto sea un beneficio de sentirse sexualmente atractivxs y para quienes dé exactamente igual, pero lo cierto es que las personas con una mayor autoestima suelen tener más parejas sexuales.
En definitiva, las personas que perciben que otrxs les encuentran sexualmente deseables seguramente tendrán experiencias más positivas en su sexualidad.
Cómo mejorar tu autoestima sexual
Dejarte llevar
Puede que te parezca que hay infinidad de factores que te impiden dejarte llevar y centrarte en las sensaciones. Para conseguirlo, debemos tratar de ser autocompasivxs y dejar de intentar cumplir unas expectativas que nosotrxs mismxs nos hemos impuesto. Pare centrarte en el momento, te invitamos a probar el sexo consciente.
Conectar con tu cuerpo
El rechazo hacia nuestro propio cuerpo o hacia nuestro placer puede ser consecuencia de una falta de autoconocimiento y aceptación necesarias para una buena autoestima sexual. Date tiempo, la autoestima se construye con paciencia y compasión y, cuando la hayas alcanzado, podrás disfrutar plenamente de tu sexualidad e incluso compartirla.
Saber qué te gusta
Para poder disfrutar de tus experiencias sexuales es esencial tener una idea de qué nos gusta y qué no... Si ni tú mismx sabes cuáles son tus puntos de placer o qué fantasías son las detonantes de tu excitación, será muy difícil que puedas dejarte llevar, así que... ¡a explorar se ha dicho!
Conocer tus límites
Es muy importante saber lo que nos gusta, pero también lo que NO nos gusta... ¡y, sobre todo, saber comunicárselo a nuestra pareja sexual! Si no somos capaces de decírselo, nos veremos forzadxs a vivir situaciones incómodas que provoquen un rechazo a la sexualidad.
Innovar para ir más allá
Tener una idea de qué nos gusta y qué no supone una reflexión constante, ya que nuestros gustos evolucionan a medida que nosotrxs lo hacemos... Explora tus puntos de placer y las fantasías que más te excitan en cada momento de tu vida para disfrutar de cada etapa.
Aceptar la evolución de tu cuerpo
Los cánones de belleza pueden hacernos sentir incómodxs con nuestro físico. El cuerpo evoluciona y cambia constantemente: acéptalo y quiérelo en cada una de sus etapas.
Compañía sana
Relaciónate con entornos donde el concepto de belleza se cuestione y no sea tan rígido. La pluralidad de cuerpos y estéticas es una realidad y cuanto más la integremos en nuestra concepción de la belleza y el atractivo, mejor.
Querernos a nosotrxs mismxs a veces es un camino difícil, pero con muchos beneficios en todos los aspectos de nuestra vida, incluida la sexualidad.
[1] Amos, N., & McCabe, M. (2017). The importance of feeling sexually attractive: Can it predict an individual's experience of their sexuality and sexual relationships across gender and sexual orientation? International Journal of Psychology, 52(5), 354-363.
Slow Sex
Elena González García min lectura
El movimiento Slow life como contraposición al vertiginoso ritmo de vida
En este artículo descubrirás qué es y de dónde viene el movimiento del Slow Sex, sus beneficios y los pasos para practicarlo y disfrutarlo.
¿Qué es el Slow Sex?
El Slow Sex responde a la necesidad de vivir el sexo desde una perspectiva más consciente, que nos permita vivir el momento y disfrutar de las sensaciones sin presiones ni expectativas.
El término slow life surge por a raíz del movimiento slow food, que fue acuñado en Italia por el sociólogo Carlo Petrini. Petrini promueve este estilo de vida como respuesta al vertiginoso aumento del número de establecimientos de comida rápida en Roma.
Esta tendencia se ha extendido a más aspectos de la vida para que aprendamos a vivir de una manera más consciente y pausada.
Imperativo orgásmico
El imperativo orgásmico es la asunción de que todas las personas tienen que llegar al orgasmo cuando tienen relaciones sexuales. Esta imposición puede impedirnos centrarnos en el momento y dejarnos llevar por el placer.
Vive el presente olvidándote de las expectativas, los juicios, los deseos y, sobre todo, no te obsesiones con el orgasmo como finalidad última.
Disfruta el recorrido: este es el cambio de mentalidad que necesitas para disfrutar plenamente del sexo, en su conjunto y totalidad.
El mindfulness es una forma de meditación que se centra en disfrutar más y mejor del Ahora. El mindful sex aplica esta técnica a la práctica sexual.
Beneficios del Slow Sex
El Slow sex tiene múltiples beneficios: disfrutarás más de tus relaciones sexuales, conocerás mejor tu cuerpo y el de tu pareja sexual, descubrirás nuevas sensaciones, conectarás con tu cuerpo y con el momento y aprenderás más sobre tu placer.
Pasos para disfrutar del Slow Sex
Por eso, para disfrutar de todos los beneficios que te puede brindar el Slow sex, prueba a poner en práctica los siguientes puntos:
Fuera prisas
La prisa es una de las peores aliadas del deseo, ya que nos hace
pensar en lo que tenemos que hacer después y nos limita a la hora de
disfrutar del momento.
Fuera distracciones
Procura que no haya factores que desvíen vuestra atención del
placer.
Pon todos los medios necesarios para estimular tus sentidos
Esto te ayudará a conectar con el presente.
OlfatoAromas agradables como velas aromáticas, aceites, incienso...
GustoDespierta tus papilas gustativas jugando en pareja con chocolate, nata, frutas, aceites de masaje besables, lubricantes de sabores...
Tactono dejes de lado las caricias, los masajes, los azotes... ¡la piel es el órgano sexual más grande del cuerpo!
Oídoregálate (o regálale) el oído con una música excitante y relajante o con palabras subidas de tono, gemidos o susurros.
Vistauna luz tenue o de colores puede hacer la situación mucho más sensual.
Céntrate en la respiración
Centrarte en tu propia respiración o en la de tu pareja sexual te
ayudará a centrarte en el presente.
Aumenta la excitación de manera progresiva
No tengas la penetración como meta. Ir cambiando de postura y de
prácticas os ayudará a mantener la atención.
Comunicación
La comunicación es esencial para hacerle saber a nuestra pareja qué
nos gusta y así mantenernos excitadxs en todo momento.
El Slow Sex te permitirá disfrutar del sexo de una manera mucho más intensa y sana... ¿a qué esperas para ponerlo en práctica?
Deseo sexual y salud mental
Elena González García min lectura
La salud mental afecta a muchos aspectos de nuestra vida... ¡incluido el deseo!
Nuestra salud emocional y mental es tan importante para nuestro deseo como la salud física. Y es que muchas veces la salud mental, al no ser tan tangible como la física, cae en el olvido y esto hace que la descuidemos. Factores como la ansiedad, el estrés, los trastornos o cambios del humor o los problemas de autoestima pueden llegar a suprimir la respuesta sexual por completo.
La salud mental
La salud mental es algo que tenemos que cuidar. Prestarle atención será el primer paso para detectar un posible problema y hacerle frente. Tener problemas de salud mental no tiene nada que ver con tener una personalidad débil ni es culpa de la persona. Una dificultad en la salud mental no debería impedir llevar una vida plena o disfrutar de cualquier aspecto de la vida... incluido el sexo.
En el ámbito de la salud mental, todavía existen muchas ideas erróneas y mitos que contribuyen a crear un estigma alrededor de las personas con este tipo de afecciones. Por suerte, las nuevas generaciones son cada vez más conscientes de la importancia de la salud mental, lo que ayuda a ponerlos sobre la mesa y desestigmatizarlos.
Según la OMS, el 9% de la población tiene algún tipo de problema de salud mental y el 25% lo tendrá en algún momento a lo largo de su vida.
Cómo detectar un bajo nivel de deseo
La salud mental afecta al sueño, al humor, al apetito y, por supuesto... al deseo sexual.
Si te suena esto...
No tengo ganas de tocarme.
No fantaseo nunca.
Me incomoda cuando mi pareja me propone tener sexo.
Siento que debería tener el mismo deseo que todo el mundo.
Creo que algo me pasa por no tener tanto deseo.
Significa que tu nivel de deseo es más bajo de lo habitual para ti y puede que eso te provoque culpa, ansiedad, vergüenza y frustración.
Cómo recuperar tu deseo sexual
La salud empieza por el autocuidado. Abordar nuestros problemas de salud mental con profesionales tendrá una incidencia directa sobre nuestro deseo. Además, factores como descansar adecuadamente, llevar una buena alimentación, seguir una rutina positiva, hacer ejercicio y mimarse son aspectos fundamentales para mantener alta nuestra autoestima, sentirnos bien, querernos tal y como somos y sentirnos deseables.
Dedica tiempo a la autoexploración, a la masturbación, a recorrer nuevos terrenos y a conocer qué es lo que te gusta y excita. En soledad también puedes potenciar tus fantasías. Sobre todo, atentx a estos consejos:
No fuerces la máquina: puedes tener momentos con un deseo altísimo y otros en los que será casi nulo. Respeta el proceso y no te fuerces.
No fuerces a tu pareja sexual: al igual que a ti no te gusta que te presionen, no se lo hagas a tu pareja. Cuando la presión entra por la puerta, el deseo sale por la ventana.
Sentirse deseadx es de lo más estimulante: habla, seduce, dile cosas bonitas a tu pareja sexual, hazla sentir deseable… El efecto contagio hará que también te desee a ti.
Para conectar, desconecta: intenta apagar el ruido de tu cabeza con una sesión relajante. Enciende unas velas, pon música, usa aceites, aromas, juguetes… y disfruta de un buen masaje. Relájate y disfruta.
Haz ejercicio en pareja: hacer ejercicio en pareja libera endorfinas y activa el deseo sexual.
Fantasía y erotismo: deja que tu imaginación juegue y alcance nuevos niveles. Crear un entorno adecuado despertará tu apetito: lee relatos eróticos, busca películas sugerentes...
Los recuerdos, esos poderosos aliados: si crees que tienes poca imaginación, siempre te queda la memoria. ¡Recordar el pasado más placentero puede activar el presente!
…
Cuidar de la salud mental es tan importante como cuidar de la física. Por eso, si quieres disfrutar de un nivel de deseo con el que te sientas cómodx, no la descuides y, sobre todo, no tengas miedo de acudir a profesionales... ¿o acaso dejarías de ir al médico si te rompieras un brazo?
En Platanomelón, tenemos una amplia gama de juguetes eróticos, los cuales los hemos creado pensando en ti, ya sea por su diseño, funcionalidad y calidad. Como hemos comentado, debes cuidar tu salud mental, y dedicar tiempo a la autoexploración. Para ello, usa nuestros productos, ya sean vibradores, juguetes para parejas, para el pene, dildos, o incluso algunos de nuestros juegos eróticos, entre otros muchos más.
Llorar después de hacer el amor o tener sexo
Ongoing Team min lectura
Llorar después de hacer el amor puede ser confuso, pero es algo mucho más normal de lo que crees
Estás en pleno acto sexual con tu crush de una noche, tu pareja estable o tu rollito del mes; todo va bien, lo estás disfrutando y gozando. Llegas al orgasmo y, en ese momento, no sabes qué te pasa, pero en lugar de tener un subidón de felicidad, se te viene el mundo abajo y empiezas a llorar. Te encierras en ti mismx y te mueres de la vergüenza. Nunca te había pasado algo así, y no tienes ni idea de lo que ha pasado en tu cabeza. De la euforia a la tristeza más profunda en menos de un minuto. ¿Te ha pasado alguna vez lo de llorar después de hacer el amor? ¿Sabías que es algo más normal de lo que podrías pensar?
A nivel social tenemos muy asumido que tras una relación sexual satisfactoria experimentamos sensaciones y sentimientos positivos. Relajación, ánimo más elevado e incluso mejor humor. Pero… ¿y si eso no es siempre así? A continuación, te contamos un poco más sobre este fenómeno conocido como disforia postcoital.
¿Qué pasa por tu cabeza después del sexo?
Tanto la excitación como el placer sexual se originan en el cerebro. Sí, en muchos casos a través de la estimulación física, pero, en definitiva, la experiencia del placer es básicamente cerebral. Desde el punto de vista fisiológico, el orgasmo es un proceso de liberación física en el que aumenta el flujo sanguíneo y se produce la liberación de la energía o tensión acumulada de la excitación sexual.
Las distintas fases del ciclo sexual
El ciclo de respuesta sexual más común tiene cuatro fases: la excitación, la meseta, el orgasmo y la resolución. Se han hecho muchos estudios sobre los tres primeros conceptos, pero la resolución (lo que vendría a ser el postorgasmo) sigue siendo un ámbito poco estudiado. Se asocia, normalmente, a un sentimiento positivo, aunque algunas personas pueden sentir cambios bruscos de humor, melancolía, irritabilidad, vacío, inquietud, ansiedad… Estos síntomas afectivos que suelen durar entre minutos y horas, además de otros síntomas, formarían parte de lo que se está empezando a denominar como “disforia postcoital”.
Aunque sabemos ya desde hace mucho tiempo que nuestro estado de ánimo puede cambiar con la actividad sexual, todavía nos queda muchísimo para definir esta disforia postcoital.
¿A quién afecta la disforia postcoital?
Los pocos estudios que han sido llevados a cabo por ahora solo se han centrado en mujeres y hombres cisheterosexuales. Indican que entre el 40 y el 46% y hasta el 94% de las personas han experimentado estos sentimientos de tristeza tras una relación sexual satisfactoria y consentida. Aunque se da tanto en mujeres como en hombres, parece ser más frecuente en mujeres. Además, según estos estudios, un gran número de personas experimentan esta sensación tanto tras relaciones sexuales compartidas como tras la masturbación.
Como hemos comentado, estos estudios están en plena evolución. Los psicólogos australianos Joel Maczkowiack y Robert Schweitzer han extendido esta investigación a los hombres en un estudio publicado en el Journal of Sex and Marital Therapy en el que informan de que el 40% de los hombres cisheterosexuales que participaron en el estudio habían experimentado alguna vez este síndrome.
Posibles causas de la disforia postcoital
Aunque le pongamos este nombre tan técnico de disforia postcoital, tenemos que decir que estos síntomas no se consideran actualmente como un trastorno psicológico o psiquiátrico. Y, lo que es más importante, todavía no sabemos su causa, qué es lo que lo está provocando, así que tan solo tenemos algunas especulaciones:
Cambios en ciertos neurotransmisores: algunas teorías proponen que estas alteraciones anímicas tras el sexo pueden deberse a los cambios que se producen antes, durante y después del orgasmo en ciertos neurotransmisores —esas sustancias químicas con las que las neuronas se comunican entre ellas. Esto puede tener sentido, ya que se estima que un tercio de las personas solo experimentan los síntomas tras el orgasmo.
Raíz más psicológica: en ocasiones se asocia esta disforia postcoital con la capacidad de procesamiento de las emociones de la persona, el estrés, una historia de abuso físico y sexual e incluso con el hecho de experimentar otras disfunciones sexuales.
La forma de vivir nuestra sexualidad es un mix entre lo que ocurre en nuestro cerebro, el contexto que nos rodea, nuestras experiencias y la manera que tenemos de entender lo que nos pasa. Queda aún mucho por investigar sobre este tema, pero si estos síntomas te ocurren de manera persistente e interfieren en tu vida sexual, no dudes en ponerte en contacto con profesionales de la psicología o de la sexología.
…
El espectro del placer humano y lo que sentimos tras el orgasmo es un gran universo aún por descubrir. Si después de hacer el amor o de llegar al clímax necesitas llorar, llora todo lo que puedas y, sobre todo, no te sientas culpable por eso. Recuerda que la comunicación es tu mejor aliada y sigue experimentando.
Los maravillosos treinta
Platanomelón :) min lectura
“Si quieres que todo siga como está, es necesario que todo cambie”Gatopardo, Luciano Visconti
Te salta una notificación en el móvil: “Redescubre tus fotos del 2011”. Abres la carpeta y te das cuenta de que han pasado ya 10 años de ese festivalazo al que fuiste con tu pandilla. Te ves mucho más joven, con menos michelines y ni una sola cana, y tu primer pensamiento es “¡Vaya cuerpazo que tenía!”. Te paras a pensar y te das cuenta de todas las inseguridades que tenías en ese momento y te entran unas ganas locas de volver atrás para darte una bofetada por todos esos pensamientos negativos que tenías. De golpe te das cuenta de lo siguiente: “No estoy tan mal ahora, y qué pereza volver a sentirme en una nube constante de incertidumbre...” ¡Los treinta son maravillosos!
Efectivamente, tu cuerpo ha cambiado, te despiertas una mañana y te das cuenta de que la resaca ya no dura un día, sino varios, que comes lo mismo que antes y engordas el doble. Te pueden preocupar muchas cosas, como la dificultad de erección, los pechos caídos, la celulitis, la sequedad vaginal, la calvicie, tener o no tener hijxs, llegar a fin de mes... pero ya has experimentado muchos cambios desde la infancia a la edad adulta; y la experiencia te permite torear estos temas con mucha más madurez. Esto no quiere decidir que se haya acabado la diversión, todo lo contrario, ahora empieza lo bueno. Sabes lo que quieres y lo que no y cómo conseguirlo. Puede que tengas menos encuentros sexuales, pero ahora son mucho mejores.
Es verdad que es una edad en la que llegan muchos cambios, y para que los entiendas mejor te queremos explicar unas cuantas cosas. ¡Vamos allá!
¿Qué pasa en tu cuerpo?
Ser consciente de lo que ocurre en tu cuerpo es esencial para aceptar los cambios que estás notando y darte cuenta de que no eres la única persona que está experimentando esta metamorfosis. Aparte de la evolución física natural, hay ciertos factores como el estrés, el aumento de responsabilidades y la vida urbana que pueden acelerar la aparición de estos cambios. Según un estudio de Christin Collier, el 35,2% de las mujeres mayores de 30 años sufren acné a causa del estrés y la contaminación que tapona los poros de la piel. Más que nunca tienes que empezar a cuidarte y comenzar (o seguir) con tu rutina de cuidados diarios.
Empecemos por el principio, ¿cómo cambia tu cuerpo?
Tu memoria alcanza su punto máximo a los 20 años, y a partir de los 30 el hipocampo empieza a encogerse. Puede que empieces a tener lapsus de memoria como, por ejemplo, tener un poco de dificultad para recordar una palabra concreta o el nombre de una película.
Tu piel deja de fabricar colágeno, elastina y ácido hialurónico por sí misma, esto la hace menos flexible. A partir de los 30 pueden aparecer las primeras arrugas, porque la piel ya no se regenera tan bien como antes.
En tu cuerpo, la masa muscular disminuye de forma gradual entre un 3% y un 8% cada década a partir de los 30 años, según el doctor Ricardo Losno. Tu metabolismo se ralentiza, lo que significa que hay menos gasto de calorías en reposo y es más fácil que engordes comiendo lo mismo que comías antes.
Tu vida sexual también cambia. En el caso de los hombres, entre los 30 y los 40 años puede empezar a descender el deseo sexual, ya que bajan los niveles de testosterona (un 2% anualmente). También está muy relacionado con el estrés, las responsabilidades sociales y familiares, el estilo de vida o la paternidad. En las mujeres, en cambio, suele ser la década de más deseo sexual ya que, según un estudio, son más sexuales a los 30 que a los 20. Esto puede estar relacionado con el autoconocimiento del propio cuerpo y de la sexualidad, la seguridad y la predisposición a tener nuevas experiencias.
Una buena rutina para sentirte bien
No te deprimas con la primera parte del artículo, siempre cuesta asimilar los cambios y más si tienen que ver con nuestro aspecto físico. Pero hay que decir que los 30 son una etapa estupenda, en la que te conoces más y tienes mucho más poder sobre tu vida y tu cuerpo. Para sentirte bien contigo, y aunque tengas una agenda frenética, intenta mantener una rutina semanal.
Esto es como una bola que se irá haciendo más grande, cuanto menos ejercicio hagas, más te costará retomar el ritmo, y ocurre lo mismo con otros aspectos como la alimentación y el sexo. Todo lo que empieces a hacer ahora tendrá beneficios en tu futuro. La salud es el bien más preciado que tienes y vale la pena que te cuides…¡Será tu mejor inversión!
Y para que te sientas aún mejor con tu cuerpo te queremos dar unos cuantos consejos:
Duerme bien y las horas suficientes para ayudar a combatir los efectos del estrés y mejorar tu vida sexual.
Dedícate tiempo a ti mismx para desconectar y darte una buena sesión de mimos.
Mastúrbate: reducirás estrés, quemarás calorías, te ayudará a dormir mejor, conocerás mejor tus zonas de placer, es divertido y...¡gratis!
Maquíllate de forma más natural y resalta tus partes más atractivas.
Intenta tener una alimentación más saludable.
Sigue una rutina de deporte en la que entrenes fuerza y tonificación.
Di adiós al tabaco y al alcohol, o por lo menos reduce su consumo al mínimo.
Ten una rutina para tu piel: lávate la cara por la mañana y por la noche para eliminar los restos de contaminación y aporta vitaminas con alguna crema, suero o aceite hidratante.
Puedes aplicar un nuevo mantra de bienestar: hidrátate, medita y mastúrbate (MUCHO)
Tu sexualidad
Ahora que ya sabes qué te ocurre en el cuerpo y algún truco para sentirte mejor, hablemos de la parte más divertida: ¡el sexo!
El mejor sexo que vas a tener será seguramente en este período de la vida. Sabes lo que quieres, lo que te gusta y estás mucho más abiertx de mente para probar cosas nuevas. Además, en tus encuentros buscas más la calidad que la cantidad y, por supuesto, pones mucha atención en tener encuentros seguros. Recuerda que el sexo no es solo algo que se practica con otra persona, a solas también puedes gozar mucho. No hay nada mejor que la autoexploración y el autotocamiento para tener una vida sexual plena y satisfactoria.
A pesar de tener más confianza, seguro que sigues teniendo muchas dudas. Aquí van algunos consejos para que disfrutes más plenamente del sexo:
La cantidad ya no importa. Es momento de dejar de lado esa agenda en la que contabilizabas cuántos encuentros sexuales tenías por semana/mes/año. El sexo es personal, y cada persona lo entiende de distintas maneras. Algunas personas están felices de tenerlo una vez al año. Algunas parejas quieren tener relaciones sexuales varias veces a la semana. Ambas opciones son igual de saludables, solo tienes que encontrar tu equilibrio.
Pásate al mindful sex. Un “aquí te pillo aquí te mato” siempre sienta bien, pero... ¿por qué no te tomas un poco de tiempo para disfrutar del sexo? Organízate un pequeño break donde el tiempo no tenga importancia y disfruta del sexo en el aquí y el ahora, a solas o en compañía. Utiliza tu placer como una meditación para desconectar de tus preocupaciones diarias.
Si tienes vagina, una de tus preocupaciones puede ser la sequedad vaginal. Puedes haber empezado a notar dolores, molestias y tirantez durante tus relaciones, y en consecuencia ya no disfrutas tanto. No te preocupes porque tiene solución: para que el sexo sea más placentero ten siempre a mano un lubricante, y déjate fluir por un placer sin molestias. También puedes ir a ver unx fisioterapeuta de suelo pélvico y hacer ejercicios Kegel con bolas chinas para generar cambios a nivel mecánicos. Te ayudará a activar la lubricación, a ganar humedad y elasticidad.
Si tienes pene, puedes empezar a notar dificultad en las erecciones y seguramente te preocupe no estar a la altura de tus relaciones sexuales. Lo primero es quitarte de la cabeza esa idea preconcebida de que el sexo es todo coito (coitocentrismo), que si no se te levanta no tendrás ni podrás dar placer. El sexo no es solo penetración ni tiene por qué estar tan centrado en los genitales. Experimenta con distintas formas de tener sexo y con distintas partes del cuerpo. También puedes hacer ejercicios Kegel, para ello habla con fisioterapeutas del suelo pélvico o ve a una consulta de sexología para que te ayuden. Prueba posturas como la del misionero, el perrito o la cucharita para controlar más fácilmente el ritmo y la profundidad, y que así se adapten a tu erección.
No más spectatoring. Esto significa que durante el sexo nos vemos desde fuera y, en vez de disfrutar y focalizarnos en las sensaciones, estamos prestando atención a nuestro cuerpo, la situación y a cómo nos verá la otra persona. Deja de revisar tu cuerpo y empieza a centrarte en disfrutar de lo que estás haciendo.
Potencia las partes de tu cuerpo que más te gustan. Puedes jugar con antifaces, ropa interior con la que te sientas bien o ponerte ese modelito con el que tienes la sensación de que te vas a comer el mundo. No cambies nada, porque eres un bellezón tal y como eres. La seguridad es tu mejor arma y la que tumbará a tus amantes.
Un aftercare poderoso. Es importante dedicar tiempo después de las relaciones sexuales para conectar con tu cuerpo, ya sea a solas o en pareja. Unas caricias, unos abrazos, unas cosquillas o una sesión relajante con un aceite esencial te ayudarán a culminar el proceso.
Experimenta nuevos placeres. ¿Crees que lo has probado todo? ¿Por qué no innovar? Los juguetes sexuales revolucionan la manera en que disfrutamos del sexo, y hay para todos los gustos. Deja de pensar en cómo tu cuerpo ha cambiado y empieza a disfrutar del cambio con unas buenas vibraciones.
Baila, siéntete sexy y conecta con tu cuerpo. Acompaña ese baile con una buena sesión de música. El baile es un arma de seducción y libera muchas tensiones. Te ayudará a mejorar tu actitud, a dejarte llevar, liberarte de la vergüenza y sentirte más sexy, o simplemente a pasar un buen rato.
…
Entrar en la edad adulta es un viaje que merece la pena, es cuestión de aceptar que las cosas cambian y, sobre todo, cuidarte para seguir estando en plena forma y gozar de cada momento. Lena Dunham, creadora y protagonista de la serie Girls, dijo esto en una entrevista al cumplir los 30 años: “Solía pasar mucho más tiempo que ahora tratando de entender por qué no agradaba a la gente. Recuerdo estar sentada cuando tenía poco más de 20 años y pensar: ‘¿Por qué esa chica siempre es mala conmigo en las fiestas?’ Y luego me di cuenta de que no importa.”
A la única persona que tienes que gustar es a ti mismx, lo más importante es que te sientas bien por dentro y por fuera, y que goces de tu sexualidad de todas las maneras que te dé la gana.
El placer sexual en tres actos: cuidados previos, sexo y cuidados posteriores
Platanomelón :) min lectura
Crear espacios de cuidado antes y después del sexo hace que nuestro estado emocional mejore
Cada vez somos más conscientes del cuidado que necesita nuestro propio cuerpo. Comemos sano y hacemos rutinas de skincare, bodycare y haircare, yoga, running, pádel, escalada o lo que sea para ejercitarnos. Estamos anclados en el estrato de lo físico, y este comportamiento nos condiciona a la hora de tener sexo.
Inevitablemente, se genera una especie de paradoja, porque precisamente no somos solo cuerpos. ¿Tiene sentido que el sexo se parezca al momento de parón para ir al baño en medio de una película? Pones pausa, vas al baño a mear y sientes el alivio resultante de mucho rato aguantando, vuelves al salón y le das al play. Generalmente, pasa lo mismo en el sexo: pones pausa en tu vida ajetreada para el placer y luego le das al play otra vez. Sigues con tu vida como si nada porque tienes sitios a donde ir, cosas que hacer o simplemente te apetece dormir. Todo se queda en el terreno de lo físico, y a otra cosa.
Por otra parte, en la práctica del BDSM se da mucha importancia al consentimiento y a la comunicación. Por este motivo, se llevan a cabo distintos rituales de cuidados, como el aftercare o el precare, para asegurar que todas las personas involucradas están a gusto antes, durante y después de una escena sexual.
¿Qué es el aftercare?
El aftercare es un componente fundamental en la práctica del BDSM y consiste en todos esos cuidados, tanto a nivel físico y emocional como mental, que se dan después del sexo. Estas curas pueden ser masajes, abrazos, besos, mimos, caricias, hablar de la experiencia que acabáis de tener, acurrucarse o cualquier combinación de las anteriores. Se trata de una especie de ceremonia de clausura para asegurarse que la experiencia ha sido totalmente segura, complaciente y consensuada por todas las partes.
Obviamente, no hay una forma única de realizar el aftercare porque las necesidades de cada persona son subjetivas. Por lo tanto, será distinto en cada pareja o grupo. Sin embargo, el denominador común en todas ellas es la oportunidad de mostrar afecto y respeto a tus parejas sexuales. Las escenas sexuales de BDSM pueden llegar a ser muy intensas y generar todo tipo de sensaciones: excitación, dolor, vergüenza y un largo etcétera. A veces, una vez se ha terminado el sexo y el juego, podemos sentir vergüenza o incomodidad. El aftercare nos ayuda a procesar todas esas emociones y a relajarnos.
Algunos cuidados postsexo:
Compartid cómo os habéis sentido durante el encuentro, lo que más os ha gustado y lo que no tanto. ¿Os lo habéis pasado bien? Expresadlo.
Reconfortaros mediante abrazos, caricias y besos. Abrazarnos nos ayuda a liberar oxitocina, la hormona que reduce el estrés y aumenta la intimidad.
Haced alguna actividad en conjunto, como por ejemplo preparar la comida, ver una película o escuchar música.
Podéis ducharos o incluso dormir juntxs, siempre y cuando os apetezca a ambxs.
También existe el precare
Hemos resuelto qué hacer después de un polvo para que el sexo no sea un aquí te pillo, aquí te mato. Sin embargo, es también importante crear un espacio seguro antes del sexo. No estamos hablando de los mal llamados preliminares, que también forman parte del sexo, sino de preparar mental y emocionalmente el escenario para que el sexo tenga lugar, de ponernos en situación. El precare nos permite relajarnos y dejar de pensar en todo lo que tenemos pendiente o que nos preocupa antes de empezar a excitarnos. Aunque el precare casi siempre lleva a los primeros tocamientos eróticos muchas veces es imposible comenzar a tener sexo sin haber hecho estos cuidados previamente.
Algunos cuidados presexo:
Cuenta a tu pareja cómo te sientes y qué necesitas antes de poneros a ello. A lo mejor necesitas unos momentos situarte y relajarte, o bien música sugerente o alguna película, relato o podcast erótico para ponerte en el mood.
Respira e inspira profundamente durante unos minutos. Cinco segundos para inhalar y cinco segundos para exhalar. Puedes encontrar más información sobre el mindful sex en esta guía. Puedes acompañar estos momentos con esta playlist de relajación.
Asegúrate de que haya momentos de contacto físico sin connotación erótica alguna. Daos masajes, besos, caricias y abrazos.
Planea una cita con antelación para ir a comer. Sin móviles ni distracciones. Tomaos una copa de vino y tontead un poco.
Asegúrate de tener un vaso de agua, velas, lubricante, preservativos, juguetes eróticos… todo lo que necesitas en la habitación.
Precare y aftercare, más allá del BDSM
Las rutinas de precare y aftercare no tienen que darse solo en la práctica del BDSM, al contrario, son beneficiosas para todo el mundo y para todo tipo de experiencias sexuales. En cualquier pareja o grupo sexual se tiene que construir un espacio de seguridad, consentimiento y comunicación para que todas las partes involucradas se sientan a gusto durante todo el encuentro sexual (antes, durante y después del sexo).
Todo el mundo merece terminar una relación sexual, ya sea en el contexto de una relación a largo plazo, una aventura de una noche o una amistad con beneficios, sintiéndose emocionalmente bien. Al fin y al cabo, es una cuestión de responsabilidad afectiva. Recuerda: no somos solo cuerpos.
¿Qué relación tienen la mente y las erecciones?
Platanomelón :) min lectura
Estáis en tu habitación y te apetece mucho enrollarte con esta persona. Os tocáis y os quitáis la ropa impacientes y cuando llega la hora de la penetración, puf, el pene no está duro como lo estaba antes. Se dan dos puntos de vista de los hechos. Uno es el de la persona cuyo pene se encuentra flácido, quien intenta recuperar su erección poniéndose demasiada presión sobre sus espaldas. El otro es el de la persona que tiene al lado, que se pregunta: “¿Y si no le pongo suficiente?”.
Casi todo el mundo se encontrará, si no se ha encontrado ya, con esta situación en algún momento de su vida. En España, ocho de cada diez personas han tenido problemas para tener una erección por lo menos una vez. A pesar de ser un fenómeno bastante común, que no se te levante es un tema tabú. Muchas veces la persona a la que le pasa no quiere hablar de ello y esto genera un círculo vicioso: el miedo de que se baje otra vez perturba tu próxima erección y esto lleva a la obsesión.
¿Por qué ocurre?
Las erecciones están en la mente y son una respuesta a la estimulación sexual. Es decir, son un mecanismo reflejo producido por el sistema nervioso parasimpático, el encargado de la relajación. Sin embargo, cuando nos obsesionamos por obtener una erección o en no perderla, ya no disfrutamos de la estimulación sexual, porque solo estamos pensando en que se nos ponga dura. Y así es como se pierde la erección.
Los principales problemas de erección suceden cuando el pene no puede mantener una erección rígida y prolongada (la media es de entre 4 y 30 minutos, que dependerá de muchos factores, como la edad, el estado de salud o el estado de ánimo), o bien cuando se pierde la erección de golpe después de la penetración y sin haber eyaculado.
Según el “Estudio Epidemiológico para la detección de Disfunciones Sexuales en pacientes de Atención Primaria”, un 42% sufre problemas de erección en España. En las personas menores de 70 años, este problema generalmente tiene un origen psicológico. Tener problemas de erección de forma temporal, siempre y cuando no persistan (entonces es recomendable ir al médico) es más común de lo que parece.
Está todo en tu cabeza
En primer lugar, si tienes problemas de erección de forma recurrente, debes visitar a unx médicx. Si no hay causa médica, los problemas para tener una erección los provoca tu mente. De hecho, la erección es una consecuencia de la excitación y la excitación no es nada más que química cerebral. Al fin y al cabo, el cerebro es el órgano sexual más importante de todos.
¿Cuáles son las causas psicológicas que provocan problemas de erección?
Estado anímico y/o estrés
Si estás pensando en el trabajo, estás preocupadx por el dinero o todavía estás reproduciendo en tu cabeza una discusión con tu pareja, es posible que el sexo no sea lo que más te apetezca en ese momento. Las distracciones mentales son reales y son una causa de los problemas de erección. En momentos de estrés o preocupación el cuerpo produce cortisol y disminuyen los niveles de testosterona. Esto hace que la actividad en algunas zonas del cerebro, precisamente aquellas que controlan la excitación, comience a disminuir. Es por este motivo por el que si tienes la mente preocupada y distraída hace que sea muy complicado concentrarse en el placer y en el momento.
Ansiedad anticipatoria y pensamientos intrusivos
El miedo a no poder tener una erección puede boicotear tu siguiente erección. Si en algún momento fue difícil lograr una erección en un encuentro sexual reciente, el miedo a que vuelva a pasar puede convertirse en una obsesión. Por lo tanto, el cuerpo será incapaz de relajarse lo suficiente para tener o mantener el pene rígido.
Intimidad e inseguridad
Sentirse cómodo y a gusto durante el sexo es imprescindible. Otro aspecto fundamental es querer tener relaciones sexuales. Si no estás segurx o no te sientes cómodx, tienes todo el derecho a parar. La intimidad puede ser abrumadora para algunas personas, sobre todo para aquellas que se sienten inseguras con su cuerpo. Aceptar tu cuerpo por tal como es y dejar de compararse con otras personas es fundamental para tener un buen concepto de tu imagen corporal. Sentirte bien con tu cuerpo hará que tengas más seguridad en ti mismx y, por consiguiente, que tengas mejor sexo.
Algunos consejos para mejorar el control de la erección
No te masturbes con prisa, tómate tu tiempo
Reeduca tu cuerpo: date tiempo, disfruta. El objetivo no es tener un orgasmo o eyacular, sino tener placer. ¡Enjoy the ride!
Cambia los estímulos para excitarte
Tendemos a masturbarnos siempre con los mismos estímulos y eso provoca que cuando salimos de esta zona que nos excita, tengamos más dificultades. Algunas personas se acostumbran a la excitación que obtienen al ver pornografía, y cuando se encuentran en un contexto en el que no se reproduce lo que están habituadxs a ver, pueden tener dificultades para tener una erección. La solución: entrena tu mente, prueba a usar tu imaginación, tus fantasías, los relatos eróticos…
Quítale presiones a tu pene
El tamaño del pene no es importante para la satisfacción sexual. Cuanto antes dejes de obsesionarte mejor disfrutarás de tu sexualidad.
A diferencia de lo que estás acostumbradx a ver, todos los penes son diferentes. Hay tamaños, texturas, olores, grosores y colores diferentes para cada persona con pene.
Quítale importancia al pene en las relaciones sexuales. ¿Será que no hay otras muchas opciones en el sexo? El sexo con penetración es solo una de las muchas prácticas entre las que podemos escoger.
No pasa nada si no llegas al orgasmo o no eyaculas. No tener un orgasmo no es sinónimo de no tener placer o de que no hayas disfrutado. Aquí lo importante es la comunicación en la pareja, poderle transmitir lo bien que lo has pasado (siempre que sea el caso), aunque no hayas tenido un orgasmo o no hayas eyaculado.
Y, por último, pero no menos importante, cuídate. Puede parecer una obviedad en sí misma, pero cuidar tu salud te permitirá disfrutar de una mejor respuesta sexual, y para ello es importante que tengas en cuenta lo siguiente:
Cuida tu higiene personal y, sobre todo, íntima.
Mantén una buena alimentación. La comida procesada y con alto contenido en azúcar puede afectar a tu respuesta sexual.
Cuida tu descanso. No respetar las horas de sueño puede afectar mucho a tu rendimiento sexual.
Evita el consumo de tabaco y alcohol. Esta es una de las principales causas de impotencia.
Visita a tu médicx. Hacerse algún chequeo médico de vez en cuando no tiene nada de malo, especialmente si eres sexualmente activx. Recuerda, ¡es 100% recomendable hacerse pruebas de detección de ITS!
Espejito, espejito… | La importancia de la imagen personal
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En esta temporada dentro de casa, es probable que te haya dado pereza más de una vez quitarte el pijama, cambiarte de ropa… Quizás también pasó algún día sin que te ducharas, y es que, ¿para qué? 🙄Si, al fin y al cabo, no tenías que salir de casa y nadie te iba a ver. Y si salías, tampoco es que tuvieses que ponerte tu mejor traje para ir al súper o pasear al perro, ¡ni que fuera una entrega de los Goya! ✨
Ahora tienes tiempo de relajarte, ¡disfrútalo!
Y es que es normal, a algunxs de nosotrxs nos ha pasado. Al principio, teletrabajar en pijama era muy cómodo, porque no es algo que hiciéramos en el día a día; pero llegó un punto en el que esto se convirtió en un hábito 😐
“¿Por qué me contáis todo esto?”
¿Por qué es importante la importancia de la imagen personal? a pesar de que parezca un cliché, cuidar la imagen personal es muy importante, en especial en momentos en que podamos estar de bajón. Y no, no hablamos de estar perfectxs siempre, pero sí de buscar sentirnos bien con nosotrxs mismxs y cuidar ciertos detalles. ¡Puede ayudar muchísimo! 🙌
¿O no te ha pasado?
Por ejemplo, si lo has dejado con tu pareja, has discutido con amigxs o simplemente has tenido una mala racha, en lo último en lo que piensas es en arreglarte.
Es más, probablemente no tengas ganas de nada, ni siquiera de cuidarte. Te miras al espejo, y se refleja tu estado de ánimo. Esto contribuye a sentirte (consciente o inconscientemente) peor y quizás hasta a entrar en un bucle. Pero, después de pasar por un proceso de adaptación y aceptación, decides que es momento de hacer algo: te das un buen baño, te arreglas un poco (o mucho) y voilà, ¡al menos te sientes mejor contigx mismx! 😎Es el primer paso para mejorar tu actitud, lo de comerte el mundo ya vendrá después 👏
Y es que al final, la persona con quien pasas más tiempo eres tú mismx, y por eso, lo mejor es que al vernos en el espejo, proyectemos una imagen de bienestar.
Y de nuevo, no hablamos de tener que maquillarte, plancharte el pelo o ponerte gel fijador a tope si no te apetece. Nos referimos a tener unos cuidados básicos que seguro que te ayudarán a subir tu autoestima, lo que tendrá un impacto positivo en cómo te sientes y cómo te relacionas con tu entorno 🎉
Así que, ¡empecemos!
Lo más básico, la higiene personal
Que sí, que si por lo que sea un día no quieres ducharte, no pasa nada. Pero que no se convierta en un hábito, pues no solo afecta a tu imagen personal, sino también puede traerte problemas de salud. ¡Recuerda que la intención es subir tu autoestima, no lo contrario! 🚀
Esto incluye ducharte, lavarte los dientes, cepillarte el pelo… En fin, cualquier acción que te mantenga limpitx.
Además, puedes aprovechar esos momentos en la ducha o la bañera para relajarte y (¿por qué no?) darte un poco de gustirrinín con algún juguete, la alcachofa, tu mano… ¡Una buena dosis de motivación! 💪
El pijama
Es lo más cómodo para estar por casa, por ejemplo, esos domingos que no te apetece hacer nada más que quedarte en el sofá viendo series y comiendo pizza, vamos, de relax total 🍕
Pero lo importante es no dejar que se convierta en tu vestuario de todos los días.¿Por qué? Porque creas una rutina, y ya solo el hecho de verte con el mismo pijama todos los días puede hacer que te sientas en un bucle sin fin 😕
Es un detalle pequeño, pero puede suponer que las horas se te pasen más lento o que incluso te sientas más apalancadx, porque continúas en ese “momento pijama”. Esto a su vez, puede hacer que estés menos motivadx para trabajar o para concentrarte en tus tareas. Al final, para tu mente estás “de domingo” 😱
La ropa
Cambiarte de ropa marca cierto ritmo y delimita momentos. Es decir, quitarte el pijama y ponerte ropa de calle le indica a tu cuerpo que es hora de empezar el día y de espabilarse ⏰
Así como volver al pijama por la noche le indicará que es momento de prepararse para dormir 🌙
Puede parecer muy simple, pero son pequeñas señales que le damos a nuestro cerebro para que sepa qué hacer.
El ejercicio
Realizar ejercicio, no solo nos ayudará a mantener nuestra salud, sino que tendrá un impacto positivo en nuestra autoestima 😏
Cuando practicamos ejercicio, nuestro cerebro libera endorfinas que nos dan una sensación de bienestar y relajación. También producimos dopamina, serotonina y noradrenalina, que nos ayudan a reducir los niveles de ansiedad y depresión 🤸♀️
Además, el ejercicio nos ayuda a tener una autoimagen más positiva.
El maquillaje (si te gusta hacerlo)
Existe una teoría que habla de la relación del maquillaje con los momentos difíciles.
“La teoría del pintalabios rojo” dice que, en tiempo de crisis, las ventas de pintalabios (principalmente rojos) se disparan. ¿Y por qué? 💄
Porque es un producto de bajo coste y sencillo de aplicar que puede hacer que, con el simple hecho de ponérnoslo, nos sintamos más guapxs, optimistas y con seguridad en nosotrxs mismxs. Esto va de gustos, pero ¿por qué no intentarlo?
Aunque no lo parezca, todo esto forma parte de nuestra rutina del día a día, de la “normalidad”, y nos da estabilidad. Por eso es muy importante continuar con estos hábitos.
Mantener una buena imagen, con la que nos sintamos bien con nosotrxs mismxs, ayudará a subirnos el ánimo y la autoestima 👌
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Estamos viendo la luz al final del túnel con esta situación; pero, estemos o no en confinamiento, recuerda que estos consejos son algo que puedes aplicar en tu día a día. Aprovecha estos días que nos quedan en casa para volver a la rutina e ir reponiendo energía. Así, cuando podamos volver a la normalidad, ¡estaremos listxs para darlo todo! 🤗
Desde Platanomelón queremos hacer hincapié en que no descuides de tu imagen, ya que como hemos mencionado, la importancia de la imagen personal es muy importante.
Deseo y estrés
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Pérdida del deseo en tiempos de estrés
Aunque no lo creas, el bienestar sexual se ve enormemente afectado por el estado constante de estrés en el que solemos vivir. Y teniendo en cuenta que la Organización Mundial de la Salud ha alertado de que una de cada cinco personas se ve afectada por la ansiedad en la actualidad, se trata de un problema más extendido de lo que pensamos.
El estrés forma parte de la vida de las personas (y, aunque sería facilísimo vivir sin él, resulta extremadamente complicado evitar estresarse). El problema es cuando nos exponemos a altos niveles de estrés durante un tiempo prolongado. A nivel fisiológico, esto puede afectar al organismo, llegando a provocar trastornos tanto fisiológicos como psicológicos. Una de las consecuencias de cuando pasamos por un periodo de estrés intenso es la pérdida del deseo sexual.
Pero tranquilxs, todo tiene solución en esta vida, te dejamos unos consejitos...
El estrés es histórico
Si retrocedieras miles de años estarías de los nervios. Tu día a día incluiría defenderte de un león en medio de un tórrido beso o que tu encuentro sexual fuera interrumpido por el ataque de una tribu enemiga. Aquellas sí que eran situaciones tensas.
Nuestro cuerpo lo sabía y nos daba un aporte energético extra para huir o luchar. Todo el cuerpo se preparaba y desconectaba de todo lo que no fuese sobrevivir. Pues bien, el estrés actual es un vestigio de aquellos tiempos.
Las circunstancias cambian y hoy en día son otros los detonantes del estrés, aunque la reacción fisiológica es la misma que cuando te encuentras en peligro: se te disparan los niveles de adrenalina y cortisol, y las hormonas que te hacen estar más alerta, por lo que se te acelera el ritmo cardiaco.
Y en la ecuación del estrés... ¿dónde queda el deseo sexual?
Cómo afecta el estrés al deseo sexual
El estrés a largo plazo genera cansancio y frustración. Te agota físicamente hasta la extenuación. Puede afectar al sueño, al humor, al deseo sexual… y descompensar por completo una vida equilibrada.
Pero, aunque te sorprenda, el estrés no siempre es malo. De hecho, existe el estrés positivo (eustrés), que puede llegar a ser un gran amigo ya que, en ciertas situaciones, te ayudará a mejorar tu productividad y a conseguir una meta, y el estrés negativo (distrés).
Cómo recuperar el deseo sexual
La salud empieza por el autocuidado. Es difícil incrementar el deseo sexual si no te sientes bien con la persona más importante del planeta, o sea, tú. Descansar adecuadamente, llevar una buena alimentación, seguir una rutina positiva, hacer ejercicio y mimarse son aspectos fundamentales para mantener alta nuestra autoestima, sentirnos bien con nuestro propio cuerpo y sentirnos deseables.
Esto no quiere decir que debamos estar siempre perfectos, sino que debemos querernos tal y como somos. Dedica tiempo a la autoexploración, a la masturbación, a recorrer nuevos terrenos y a conocer qué es lo que te gusta y excita. En soledad también puedes potenciar tus fantasías.
Además, te dejamos otros consejos para ayudarte a gestionar el estrés y recuperar tu deseo sexual. ¡No dejaremos que el estrés nos frene!
No fuerces la máquina: puedes tener momentos con un deseo altísimo y otros en los que será casi nulo. Aprovecha el tiempo. Nadie conoce tu cuerpo mejor que tú, y sabes qué es lo que le da placer y lo que no.
No fuerces a tu pareja sexual: al igual que a ti no te gusta que te presionen, no se lo hagas a tu pareja. Cuando la presión entra por la puerta, el deseo sale por la ventana. Si tienes un mal día o no te apetece tener relaciones sexuales, comunícalo, no pasa nada.
No hay mayor estimulante que sentirse objeto de deseo: habla, seduce, dile cosas bonitas a tu pareja sexual, hazla sentir deseable… El efecto contagio hará que también te desee a ti. ¡Nada sube más el deseo sexual que sentirse sexy!
Para conectar, desconecta: baja la curva del estrés con lo opuesto: enciende velas para masaje, pon música, usa aceites, aromas, juguetes eróticos… y disfruta de un buen masaje. No hace falta pasarse al sexo tántrico para agregar una buena dosis zen a la rutina. Relájate y disfruta.
Haz ejercicio en pareja: seguro que tú también has buscado vídeos de zumba, aerobic o entrenamiento personal. Pues ahora tendrás una motivación añadida: hacer ejercicio en pareja libera endorfinas y activa el deseo sexual. Y si no, al menos lo pasaréis genial haciendo una actividad conjunta.
Fantasía y erotismo: deja que tu imaginación juegue y alcance nuevos niveles. Quizá sean situaciones que nunca lleves a cabo o que no te apetece sentir en la vida real, pero te crearán nuevos estímulos internos… La imaginación al poder. Crear un entorno adecuado despertará tu apetito. Lee relatos eróticos, busca películas sugerentes, prueba nuevas forma de excitación.
Los recuerdos, esos poderosos aliados: ¿crees que tienes poca imaginación? Seguro que te queda la memoria, ese maravilloso espacio donde regresas para sentirte mejor. Experimenta el placer de rememorar los momentos más excitantes, como aquel apasionado y secreto encuentro o ese cunnilingus inolvidable. Recordar el pasado más placentero puede activar el presente.
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Como ves, recuperar el deseo sexual es más sencillo de lo que parece, con unos pequeños ajustes conseguirás que el estrés no afecte negativamente a tu deseo sexual: ¡a disfrutar!
En Platanomelón, ponemos a tu disposición muchas opciones para que salgas de la rutina, y practiques la autoexploración y la masturbación. Descubre nuestras amplias gamas de de colecciones, tanto de vibradores, dildos, juguetes anales, succionadores de clítoris, juguetes exclusivos para el pene, juguetes para parejas, entre otras muchas más; encuentra el juguete que se adapte a ti en nuestra tienda erótica online.
La magia de la risa
Platanomelón :) min lectura
Seguro que has escuchado alguna vez esa frase de “La risa es la mejor medicina”. Pues hay razones de peso para decir que esta afirmación tiene su toque de verdad 👌
Y es que, ¿a quién no le ha pasado que, después del subidón de un ataque de risa, siente alegría, relajación y placer al mismo tiempo?
Si se te va de las manos, mejor
Sí, ya sabes; cuando no puedes reír más, te falta el aire, incluso se te sale alguna lágrima y te dejas llevar para después sentir relajación y alegría.
Vamos, casi igual que después de comerte ese trocito de chocolate que tanto te gusta o, por qué no, de tener un orgasmo 💥
Y como de orgasmos ya te hemos hablado mucho (aunque nunca será suficiente), hoy queremos centrarnos en la risa y en lo buena que puede ser para nuestro cuerpo y nuestra mente una buena dosis de carcajadas, especialmente en este momento de cambios radicales 📣
Beneficios de la risa
Cuando reímos, nuestro cerebro secreta las mismas sustancias que cuando llegamos al orgasmo (ya sea a solas o en compañía) 🚀
Ya sabes, ese cóctel maravilloso de neurotransmisores del que siempre hablamos (endorfinas, serotonina, dopamina, oxitocina y adrenalina) y que es responsable de que nos sintamos bien con nosotrxs mismxs y que esto se refleje hacia el resto.
Además, tiene otros beneficios:
Nos ayuda a oxigenar mejor nuestro cuerpo.
Nos hace utilizar músculos que a veces ni recordamos que tenemos 💪
Fortalece nuestro sistema inmunológico, ya que baja nuestro nivel de estrés.
A nivel social, nos ayuda a relacionarnos mejor.
Así que ya sabes, ¡orgasmos y risas sin dosificar! 🙌
Reír nos ayuda en momentos de estrés
Es verdad que a pesar de los beneficios que puede aportarnos esta actividad tan “simple”, no lo hacemos con tanta frecuencia como nos gustaría.
Especialmente cuando pasamos por un momento de estrés o de bajón o tenemos que afrontar una situación en la vida que puede parecer difícil, como tener que pasar nuestros días en casa sin poder salir 🚫
Pero, para estos momentos, lo mejor es buscar actividades que nos ayuden a desconectar y a pasar nuestro tiempo libre de la mejor forma posible. Una buena opción es la risoterapia 😂
¿Risoqué?
Sí, como lo lees. Risoterapia.
Se trata de una técnica centrada en la risa. Pero calma, que no solo se trata de un “jaja” y ya está 🙅♂️ Para obtener todos sus beneficios, se tienen que realizar diferentes ejercicios y dinámicas para empezar causando una risa creada o ensayada y conseguir al final una risa real y espontánea.
Las reglas del juego
A continuación, te damos algunos consejos para conseguir una sesión de risoterapia de matrícula:
Lo ideal es hacerlo en grupo. Si estás con tu familia, tu pareja o tus compis de piso en cuarentena, puede ser una buena dinámica para romper la rutina y pasarlo bien 🎈 Así, aprovecháis para desestresaros un poco y hacer que la convivencia sea más fácil 🙏
El objetivo es crear un ambiente donde todas las personas que participen se puedan desinhibir y se cree complicidad entre ellas. Lo importante es iros soltando, ¡aprovechad que tenéis una relación de confianza para dejar que todo fluya! 🙊
Reír es contagioso. ¡No te cortes! Si durante la sesión tienes ganas de reírte a carcajadas, ¡adelante! Estamos segurxs de que la risa de una persona puede ser el detonante perfecto para que el resto comience a reír 💣
Antes de empezar, es importante hacer algunos ejercicios de calentamiento y estiramiento. Aunque no lo creas, reír puede ser casi tan intenso como una hora de ejercicios.
Es importante que, aunque no estéis en vuestro mejor momento, al menos tengáis la mente abierta a esta técnica y sus beneficios.
Pues bien, ahora que conoces la base, pasemos a las actividades 👇
Practicar diferentes tonos de risa
Cada persona se tiene que reír, desde una risa leve a una risa muy fuerte. Sabemos que al principio no será una risa real si no un jaja o un jeje tímidos.La intención es que os vayáis soltando y poco a poco se pierda la vergüenza 🙄Podéis intentar reíros con cada una de las vocales. Os aseguramos que escuchar a vuestra madre haciendo un “JOJO” a todo pulmón o a vuestra pareja con un “JIJI” tímido como el de un ratón hará que pronto os riais de verdad 😎
Cosquillas
Puede que parezca un cliché, pero las cosquillas pueden ser muy útiles en este tipo de actividades. Eso sí, todo el mundo tiene que estar de acuerdo 🚦Si es así, comenzad con cosquillas suaves, ¡seguro que acabáis con una guerra en toda regla!
Volver a la infancia
¿Recuerdas que cuando eras peque la risa te salía de forma natural y no te importaba el qué dirán? Pues es el momento de retomar esos viejos hábitos. Podéis hacer una dinámica como si fuera para niñxs, por ejemplo, juegos de mímica 🎭 Os dividís en dos equipos e intentáis representar conceptos muy básicos.La regla es jugar como si hubieras vuelto a la infancia 🍭
Bailar
Sí, bailar 👯♀️ Pero no como cuando vamos a la discoteca y queremos que se nos vea perfectxs por si hay algún ligue cerca. No.Se trata de bailar como si nadie te mirara. Soltarte el pelo, mover las caderas, dejarte llevar por la música…🎺Si os atrevéis, podéis buscar una canción graciosa que requiera que cada persona saque sus mejores pasos de baile o montar una coreografía en equipo.Podéis grabaros mientras bailáis, seguro que habrá un extra de risas para después. ¿Te imaginas a tu padre bailando Como los gorilas? 📹
Muecas
Quizás alguna vez te dijeron que hacer muecas no era de buena educación, pero esta vez seguro que nadie te echa la bronca, al contrario. La idea es que cada persona del grupo dibuje una cara en una hoja de papel. Una vez que todo el mundo tenga su cara, quien comienza tiene que poner la mueca que ha dibujado ✍Después, la persona que esté a su derecha tiene que imitarla, y así sucesivamente 🥴Una vez terminada la ronda, deberéis hacer lo mismo con la cara que haya dibujado la siguiente persona.
...
Estas son solo algunas ideas de lo que podéis hacer para, nunca mejor dicho, echaros unas risas. Intentar afrontar las situaciones difíciles con una buena actitud las hará más llevaderas. ¡Palabra! 🤗
Aprende a gestionar el estrés
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Llevas dos semanas sin salir de casa y se te empieza a hacer raro pensar en la vida que tenías antes de la cuarentena, ¿a que sí?
¿Qué ha sido de esos vermuts en las terrazas? Es comprensible que te sientas un poco desoladx, pero calma. Aunque parezca surrealista, solo es una época y pasará pronto.
Párate a pensarlo: ¿no crees que puede ser una oportunidad única en tu vida para crecer y mejorar emocionalmente?Si la respuesta es “Sí”, genial, ¡esa es la actitud!De lo contrario, sigue leyendo porque puede que cambies de idea…
Siempre con optimismo, claro que sí
Con todo este caos del coronavirus, es probable que estés un poco descolocadx. ¡Como para no estarlo!Solo te vamos a decir que todo lo que sientes es natural y forma parte de un proceso inevitable y sano 👐Para ponértelo fácil y que entiendas que no estás perdiendo la cabeza, te contamos cómo tu mente procesa esta situación y hace que te sientas como te sientes. ¡Coge asiento y un bol de palomitas! 🍿
¡Adaptarse es poder!
El confinamiento ha sido un cambio radical, repentino e inesperado desde el minuto uno: el trabajo, los momentos de ocio, las aficiones, los viajes… ¡Puf! Todo aplazado hasta dentro de un mes 📆
Asumir que tu rutina ha tomado un rumbo distinto de la noche a la mañana es complicado, así que tu cerebro tiene que pasar por un proceso hasta que se asiente y diga “Ok, calma, ya lo pillo” 💭
Además, atravesar cambios es parte de la vida, pero aceptarlos es otra historia. Y más aún cuando son cambios por causas de fuerza mayor que no podemos controlar, como lo que estamos viviendo ahora.
Pero, si lo que decía Darwin es cierto, que “las especies que sobreviven no son las más fuertes, ni las más rápidas, ni las más inteligentes; sino aquellas que se adaptan mejor al cambio”, tenemos que tomar consciencia de lo que está pasando y reaccionar 💪
Las fases del cambio traumático
Las fases de las que hablamos ahora son las que te ayudan a adaptarte a una nueva situación. Las encontramos en procesos traumáticos, pero también en otros episodios de la vida, en mayor o menor escala.
¡Es importante identificar en qué fase estás para entender que lo que te pasa es totalmente normal y sano! 👌
Los 3 grandes momentos de este proceso son: inmovilismo, reafirmación y reconstrucción.
Inmovilismo
En esta primera fase te encuentras en un estado de shock emocional: no te crees lo que está pasando, sigues haciendo tu vida como si a ti no te hubiera llegado la noticia y tienes la sensación de que es una broma 😐¿A que los primeros días de confinamiento te parecían surrealistas?
El caso es que tu cerebro tiene que hacerse a la idea pero, de primeras, es un cambio tan drástico que no lo asimila 🧠
Reafirmación
En esta fase ya has entendido de qué va la cosa y, aunque cada persona tiene tiempos distintos, antes o después llega el momento de lucidez 💡
Cuando comprendes la situación, es probable que te encuentres con estas reacciones:
Negación: negar los hechos es la primera reacción que tenemos, pensamos “Esto no puede estar pasando” 🚫La perplejidad predomina y hace que empieces a generar frustración y rabia.
Cólera: la rabia es una forma de reaccionar que tenemos ante una situación no ideal. Seguro que has tenido algún momento donde saltabas a la primera 🧨
Negociación: después de la rabia y la negación, empiezas a darle sentido a las cosas. Entiendes que es una situación complicada, pero que hay formas de gestionarla y sobrellevarla 🤔
Crisis: mientras intentas gestionar y entender racionalmente qué pasa, aparecen emociones como la angustia y la tristeza.
Si estás en este punto, tranqui. Si te entran ganas de llorar, no te reprimas: permítete el lujo de llorar, descargar tensiones y expresar tus emociones tal y como te vienen.
Intenta cuidar el vínculo con tu red social, familiar y afectiva y mantener el contacto con la gente a través de la tecnología 💕
Compartir es como una terapia grupal: ¡no estás solx en esto!Muchas más personas están pasando por tu misma situación, cada unx a su manera. Hablarlo genera empatía y cohesión social 🗨
Además, seguro que hace que el tiempo se te pase más rápido.
Reconstrucción
Empiezas a retomar tu vida poco a poco, adaptándote a los cambios que ha supuesto el trauma y aceptando una nueva realidad.Nuevos valores, hábitos y actitudes 🌱
¡El poder de los parches!
Para ayudarnos a mantener en equilibrio nuestro estado de ánimo y que el confinamiento sea más llevadero, utilizamos herramientas llamadas “parches”.
Los parches son cosas que hacemos para sobrellevar nuestro estrés antes de que se convierta en malestar: videollamadas, escuchar música, ver películas, escribir, hacer yoga…🎵
Todas estas actividades placenteras nos ayudan a proporcionarnos bienestar. Así que, planifica y ¡pásatelo bien! 😎
Cómo gestionar el estrés con tu propia mente
Marca el ritmo con la respiración
Hay distintas formas de respirar, pero hay una que se lleva el premio: la respiración diafragmática, es decir, respirar moviendo el diafragma 👃
Cuando este músculo trabaja, entra una mayor cantidad de aire a la zona baja de los pulmones (o sea, entra más oxígeno en el cuerpo), por lo que todos nuestros órganos se benefician.
Esto es especialmente positivo porque cuando respiras moviendo el diafragma, se activa tu sistema nervioso parasimpático, el encargado de tu relajación 🧘♀️
¿Cómo se hace?
Para empezar, túmbate bocarriba y coloca las manos en el abdomen.
Expulsa por la boca el aire de tus pulmones varias veces. El objetivo es vaciar bien los pulmones para que tengas la necesidad de inspirar más profundamente.
Ahora empieza la respiración diafragmática: inspira como si quisieras empujar hacia arriba las manos que tienes sobre el abdomen 🙌
Retén unos instantes el aire en los pulmones.
Cuando sientas la necesidad de expulsar el aire, hazlo relajando el vientre. Notarás cómo tus manos bajan también ✌
Quédate unos segundos con los pulmones vacíos. ¿Vas notando más relajación? Pues venga, ¡otra ronda! ♻
Esta técnica es super beneficiosa y, con la práctica, la podrás incorporar a tu vida cotidiana.
Reír nos ayuda en momentos de estrés
Reír es una potente herramienta que nos ayuda a gestionar el estado de ánimo ante las adversidades de la vida. ¿Se te ocurre alguna ahora mismo?
La risa genera muchísimas reacciones en nuestro cuerpo, entre ellas, mueve alrededor de 300 músculos y produce cambios respiratorios y circulatorios.
Sus beneficios se pueden comparar con los que se dan durante la actividad sexual 😏
¿Has escuchado hablar alguna vez de la risoterapia? La risoterapia es una técnica psicoterapéutica empleada para generar beneficios mentales y emocionales a través de la risa.
Toma nota porque vienen un par de tips… interesantes.
Saca al Jim Carrey que llevas dentroEsta dinámica es grupal y puedes hacerla tanto con tu familia como con tus amigxs por videollamada: cada persona se tiene que reír, pasando de una risa leve a una risa muy fuerte 📣El objetivo es actuar para generar una risa espontánea.¿La clave? Pásate con la creatividad 🤡
CosquillasUn clásico: si estás retenidx con alguien que tenga suficiente paciencia como para soportarlo, ¡las cosquillas pueden ser muy útiles a la hora de generar una buena dosis de carcajadas!Pero no te pases, que puede estallar una guerra y, créenos, no quieres eso ⚔
Escribe un diario
Hay veces en las que simplemente estás abrumadx y el agobio se dispara por las nubes. CALMA.
Este momento es perfecto para coger papel y boli y escribir con detalle cómo te sientes 🖊Redactar un diario te ayuda a reconocer tus emociones, conectar con ellas y reordenar tus pensamientos.
Además, está bien echarles un ojo a las páginas pasadas y entenderte un poco más desde otra perspectiva.
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¡Cada día que pasa es un día menos que te queda en casa! Pero recuerda que también es una oportunidad para conectar contigo mismx y con tus emociones y conocerte un poco más.
Ansiedad y sexo
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¿Cómo afecta la ansiedad a nuestras relaciones sexuales?
¿Alguna vez has tenido dificultades con la erección o la lubricación a causa de los nervios? Esto se llama ansiedad anticipatoria, que es lo que ocurre cuando nos sobreviene el miedo a lo que aún no ha ocurrido.
Un claro ejemplo de este fenómeno es cuando quedamos con alguien que nos gusta por primera vez y nos adelantamos a los acontecimientos pensando en todo lo que podría salir mal. Estos pensamientos intrusivos hacen que lleguemos a la cita en un estado de tensión, nerviosismo, y miedo al fracaso, lo que nos mantendrá alerta ante lo que pueda llegar a pasar en lugar de relajarnos y disfrutar de lo que realmente está pasando. Además, condicionan nuestra conducta y nuestras respuestas fisiológicas. En el caso del sexo es muy evidente, ya que tener ansiedad genera dificultades en nuestra respuesta sexual, lo que puede traducirse en problemas para mantener la erección o en la falta de excitación a la hora de lubricar.
Estos episodios suelen venir acompañados de pensamientos negativos y catastrofistas como “No podré tener sexo”, “¿Qué pensarán de mí si me vuelve a pasar?”, “Quizás me estoy haciendo mayor”, “Nunca me había pasado y ahora es posible que se repita”... Estos pensamientos pueden condicionar nuestras futuras relaciones sexuales aunque no haya ningún problema de tipo físico.
¿Cómo afecta la ansiedad a las erecciones a nivel fisiológico?
Para una correcta respuesta sexual, es necesario un estado de relajación. Nuestro sistema nervioso se encarga de equilibrar nuestro cuerpo y, para ello, cuenta con el sistema nervioso simpático y el parasimpático.
El sistema nervioso simpático (SNS) se encarga de mantener nuestro cuerpo alerta ante el peligro. Nos activa y se encarga de funciones como acelerar el ritmo del corazón y abrir las vías respiratorias para aumentar el oxígeno en la sangre o permitir el orgasmo.
En cambio, el sistema nervioso parasimpático (SNP) se encarga de relajar nuestro cuerpo, músculos y órganos y devolverlos a un estado de normalidad después de un supuesto peligro. Durante el sexo, aparece en la fase de excitación y en el periodo refractario.
Pongamos un ejemplo: imagina que vas por la calle y oyes un sonido que te asusta. Tu sistema nervioso simpático te ayudará a salir corriendo del peligro y ponerte a salvo. Cuando sientas que estás fuera de peligro, tu sistema nervioso parasimpático hará que puedas volver a relajarte y tu cuerpo vuelva a su estado habitual.
En el caso del pene, la erección es una reacción involuntaria y se da gracias al SNP. Es decir, que solo se producirá si este propicia un estado de relajación y tranquilidad que nos permita abandonarnos a las sensaciones.
Ejercicios para rebajar la ansiedad
Para tratar de rebajar la ansiedad ante el sexo te damos algunos ejercicios para probar en casa:
Respiración
Una correcta respiración es esencial para conectar con nuestro propio ser, incluso en presencia de otra persona.
Respiraciones profundas: inspira por la nariz, mantén el aire unos segundos y expúlsalo por la boca. Para acompasar tu propia respiración con la de tu pareja sexual podéis tumbaros o sentaros una persona encima de la otra e intentar respirar al mismo ritmo.
Relajación física y mental
Si te falta práctica a la hora de alcanzar un estado de relajación, puedes practicar algún ejercicio de yoga que conozcas o la técnica de relajación muscular progresiva de Jacobson:
Tensión-relajación: túmbate en la cama, a solas o en compañía. Tensiona durante unos segundos y luego relaja lentamente diferentes músculos de todo el cuerpo. Empieza de arriba abajo: cara, cuello, hombros, tórax, piernas…
Comprobación: del nivel de relajación de los músculos.
Relajación mental: mientras el cuerpo está relajado, imagina una situación agradable y tranquila o trata de dejar la mente en blanco.
Si en algún momento ves que vuelves a pensar en otras cosas, para unos segundos para respirar y continúa.
Concentración
Trata de concentrarte en el momento y en las sensaciones presentes.
Prívate de algún sentido, por ejemplo, vendándote los ojos con un antifaz.
Evita ruidos y distracciones. Si pones música, que sea sin letra y tranquila.
Miraos a los ojos para centrar la atención en la otra persona.
Si aparecen pensamientos negativos, déjalos ir, no les des vueltas.
Céntrate, pon el foco de atención en las sensaciones físicas.
Sexo sin penetración
En ocasiones, la ansiedad surge por la idea de la penetración en el sexo. En parejas estables, si la idea de penetrar provoca ansiedad y esta repercute en la erección o en dificultades de lubricación, una posible solución es dejar la penetración en standby durante un tiempo. Esto ayudará a mantener a raya los pensamientos negativos. Una vez podamos disfrutar de nuestras relaciones sexuales sin la presión de la erección ni de la penetración, es muy probable que nos relajemos y las erecciones aparezcan solas.
Una técnica para olvidarnos un tiempo de la penetración y ampliar el erotismo es la técnica de focalización sensorial en pareja. Se recomienda utilizar un aceite para masajes con aroma para mejorar la experiencia.
Para llevar a cabo esta práctica, se negocia quién adopta primero el papel activo y quién el pasivo, luego se intercambiarán los papeles. Os desnudáis mutuamente. Se realiza a oscuras o con los ojos tapados. Lo ideal es no hablar durante el ejercicio para alcanzar el máximo nivel de relajación y fluir. Sigue los siguientes pasos:
Uno de los miembros de la pareja se tiende sin ropa bocabajo y con los ojos cerrados. La otra persona, también desnuda, en una postura cómoda y con los ojos también cerrados, empieza a acariciarle suavemente, desde el pelo hasta los pies, sin olvidar ninguna zona. Si a alguien le cuesta mucho dejarse llevar, va bien poner la cabeza al borde de la cama con un cojín para el cuello.
Cuando quien está acariciando llega a los pies, la persona tumbada se da la vuelta y se repite el ejercicio por delante, desde los pies hasta el pelo. Se puede acariciar con las manos, con los labios, con el pelo, con la lengua o con un plumero, si se desea.
Al acabar se abren los ojos, quien estaba en horizontal se incorpora y se cambian los roles. La persona pasiva pasa a ser la activa y viceversa, repitiendo el ejercicio con los mismos pasos descritos anteriormente.
Comunicación
Una manera de rebajar la tensión es comunicarle a tu pareja sentimental o sexual que no tienes un buen día. Es una manera de avisar de que es posible que tu respuesta sexual no sea la habitual, lo que rebajará la tensión para ti. Y es que nunca nos cansaremos de repetirlo... ¡la comunicación es esencial!
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Esperamos haberte ayudado con estas herramientas para controlar la ansiedad y que esta no te juegue malas pasadas en tu vida personal. Si consideras que se te escapa de las manos o sigues teniendo estos problemas, no dudes en acudir a profesionales. ¡Nunca está de más que nos echen una mano!