Descubre qué es el bondage y cómo aplicarlo a tus prácticas sexuales

Aunque no supieras el término técnico, seguro que algo has oído/leído/visto sobre esta práctica… O, como mínimo, has fantaseado con ella. Y es que la inmovilización y la restricción es una de las prácticas BDSM por excelencia (no en vano hace referencia a la primera letra).

El consentimiento es una manera de establecer que una relación sexual se haga a gusto y de forma consciente por parte de aquellxs que la practiquen. ¡Y es la única forma en la que habría que concebir el sexo!

¿Qué es el bondage?

El bondage es una práctica erótica que consiste en inmovilizar a la pareja usando cuerdas, telas, corbatas, esposas... Aquí, el juego del placer está en la vulnerabilidad de la persona sumisa, en la presión de las cuerdas y su roce con zonas erógenas.

Y es que esta práctica forma parte del conocido BDSM, que trata de conocer nuevas formas de disfrutar de manera sexual a través del bondage, la dominación, el sadismo y el masoquismo.

¿Qué necesitas para empezar con los nudos bondage?

El bondage no es solo ponerse a hacer nudos así a lo loco… ¡Atentx a lo que necesitas para empezar!

Lo primero es lo primero y, antes de aventurarte a atar, debes tener muy en cuenta qué cosas debes hacer y qué cosas no:

  • No ates muy fuerte las cuerdas.
  • Nada de atar el cuello.
  • Ten unas tijeras a mano por si la persona que está atada se agobia y quiere parar.
  • Ten una palabra clave para parar el juego. Es decir, si se pronuncia “ornitorrinco”, por ejemplo, el juego se para ¡DE INMEDIATO!
  • No realices suspensiones si no tienes experiencia.
  • Vigila el tiempo que la persona está atada en una misma postura... Podrías hacerle un daño no deseado.

Ahora sí, ya tienes todo el tema de seguridad controlado, ¡es hora de comenzar! Hazte con unas cuerdas para atar o que te aten:

  • Lo ideal es que sean largas, pero no demasiado... Es decir, de 3-5 metros para que no se acaben enredando entre ellas.
  • Que tengan 5-8 mm de ancho. Si son muy anchas, se te será más difícil manejarlas y hacer nudos con ellas.
  • Puedes escoger el material que prefieras. Entre fibras naturales o sintéticas. Lo que debes de tener en cuenta es la textura: si quieres que sean suaves o más bien ásperas.
Sí, sí, puedes practicar el bondage sin un antifaz, pero... ¿y lo que mola privarle la vista a tu pareja mientras está atadx a tu merced? Os recomendamos este antifaz de satén para hacer vuestros juegos mucho más picantes.

Tipos de nudos bondage

Uno de los nudos preferidos de aquellxs que se inician en el mundo del bondage… Y es que no hace falta tener unas esposas para disfrutar de una de las fantasías más comunes, ¿no? (Aunque, si no te apetece complicarte la vida, pues te dejamos unas por aquí).

También conocido como cabeza de alondra, se trata de un nudo constrictor, es decir, que se aprieta cuando se tensa. Por eso, hay que tener cuidado con la zona que queramos inmovilizar y prestar atención para no hacernos daño. Ideal para las extremidades.

Este nudo es ideal para atar al mobiliario (a la cama, al cabecero, a una mesa, una silla o cualquier mueble que tengáis cerca).

Este también es un nudo que se aprieta cuando se tensa. Es más elaborado que el nudo presilla y puede servir para atar las extremidades a la cama o a cualquier otro punto de apoyo.

Este nudo te permitirá unir dos cuerdas si te hiciera falta. Es un nudo práctico, no deslizante y fácil de hacer o deshacer.

Si queréis un nudo con un lazo para inmovilizar extremidades que sea deslizante, este es una buena opción.

Este es un nudo básico con el que también puedes inmovilizar las extremidades, pero en este caso no es corredizo, por lo que se mantendrá fijo en el sitio en el que lo hemos hecho.

Tips básicos para hacer nudos bondage

  • Comunicación ante todo: solo a través de la comunicación podréis transmitir a la otra persona qué queréis hacer y cuáles son vuestros límites en cada momento. Si eres la persona que ata, pregunta en todo momento cómo está la otra persona, y si eres la persona atada siéntete libre de decir hasta qué punto quieres llegar.
  • Si no tienes experiencia en esta disciplina, quizás sea mejor que no improvises: empieza con ideas de dónde te gustaría colocar las ataduras o qué partes de tu cuerpo te gustaría que inmovilizaran.
  • Para un uso más fácil de las cuerdas durante el atado, aplica una tensión constante mientras haces los nudos.
  • No arriesgues si no tienes experiencia, en especial con zonas sensibles como el cuello.
  • Nunca hagáis nada que no queráis hacer… ¡El sexo (y, por supuesto, el bondage) está ligado a la diversión y la excitación, así que fuera agobios! Sobre todo, déjate llevar y deja a un lado los prejuicios y las prisas.
Esperamos que estos consejos te sean de utilidad para explorar una de las prácticas más excitantes… ¡pero siempre con comunicación y seguridad!