¿Alguna vez te has preguntado si la falta de sexo puede afectarte de alguna manera? ¡Pues atentx!

A todxs nos ha pasado: a veces vivimos esos periodos de larga sequía en los que ya ni recuerdas cuándo disfrutaste de tu último orgasmo. Y hay gente a la que esto le preocupa muchísimo.

Pero, en realidad, no es nada preocupante, salvo que empecemos a darle demasiadas vueltas o la apatía nos invada del todo… Entonces, será hora de ponerle remedio.

Porque lo cierto es que dejar de disfrutar del sexo, en solitario o en pareja, provoca efectos que te sorprenderán.

¡Subiendo la moral!

De entrada, tu salud puede empeorar y quizá ese dolor de cabeza tenga un buen motivo: tener una mala época te subirá la tensión arterial.

Además, las endorfinas, las sustancias químicas que nos hacen sentirnos mejor, incrementan con el sexo (y disminuyen cuando no lo tenemos). Y es que ¡un buen orgasmo siempre sube la moral!

La fragancia invisible

Según algunos estudios, dejarse llevar por nuestros instintos también serviría de reclamo para ser más atractivx. Como si usáramos la mejor colonia del mundo, nuestro cuerpo desprende unas sustancias llamadas feromonas.

Estos elementos liberan un olor imperceptible que atrae a una posible «pareja compatible» de forma subconsciente. Practicar sexo regularmente liberaría aún más dichas moléculas.

Afecta a la erección

Una mala noticia para las personas con pene: cuando dejan de disfrutar del sexo tienen más probabilidades de sufrir disfunción eréctil. Aunque no sea un músculo, el pene requiere cierta actividad. Es un cuerpo cavernoso que se llena de sangre, y dejar de “inflarlo” regularmente afecta de forma negativa.

Ni hecho a próstata

Según algunos estudios, hay una maravillosa excusa para disfrutar de más orgasmos: eyacular una media de (al menos) de 21 veces al mes disminuye las probabilidades de sufrir cáncer de próstata. Y la penetración anal en las personas con pene (por ejemplo, con ayuda de nuestro querido Luke) además de proporcionar intensos orgasmos, mejora la salud de la próstata. ¡Todos son beneficios!

Salud más allá del gym

Cuando pasas bastante tiempo sin disfrutar del sexo o sin entrenar el suelo pélvico, se pierde algo de tonicidad en este grupo muscular. Con el tiempo, dicha pérdida podría afectar al control sobre la vejiga. ¡Aquí puedes encontrar un buen remedio!

Además, tener orgasmos mejora el sistema inmune y bloquea los centros del dolor. Sí, el orgasmo es una gran alternativa al ibuprofeno ¡y sin contraindicaciones!

A pierna suelta

La cama sirve fundamentalmente para una cosa, dormir; aunque también es útil para practicar sexo. Y lo uno está muy relacionado con lo otro. ¿Sufres de insomnio? Pues el sexo puede ser un buen método para conciliar el sueño.

Tras una buena dosis de sexo se libera prolactina, una hormona que ayuda a descansar mejor. Es habitual dormirse tras un buen orgasmo… por razones químicas. Y si además de sexo has sentido “amor”, se dispara otra hormona que aún te inducirá más al sueño: la oxitocina.

Tu superior te lo agradecerá

Un estudio de la Universidad Estatal de Oregón mostró que lxs empleadxs con una vida sexual feliz y activa disfrutaban mucho más de su empleo. Además, ofrecían un mejor rendimiento y sobrellevaban el estrés bastante mejor que sus colegas con menor actividad sexual.

El sexo no quema tantas calorías

Hay muchas dietas para adelgazar, y una de las más famosas es la de practicar mucho sexo. Es una pena que no sea real… salvo que seamos auténticxs atletas sexuales. La media de un coito en pareja ronda los 7 minutos. Por eso, con la “dieta sexual” quemarás poco más de 20 calorías por sesión (vamos, como 4 aceitunas).


Disfrutar de una buena sesión de sexo (a solas o en compañía), siempre tiene ventajas añadidas. Te hará dormir mejor, estar más sanx, sentirte de mejor humor y relajarte. Y, por si fuera poco, te dará una buena dosis de confianza y seguridad que se traducirá en un mejor rendimiento profesional.