Finalista del concurso de microrrelatos eróticos
Me cruce a mi primer amor una calurosa tarde de primavera. Sólo podía pensar en Patricio, su rostro, su sonrisa y en esos ojos suyos que me transportaban a los confines más oscuros y perversos de mi ser.
Tan solo con recordar su mirada, mi cuerpo se estremecía y ardía en deseo. Por un momento traté de controlarme, pero era inútil, me sentía deseosa.Comencé a bajar la mano y jugar con mi cuerpo. En mi mente solo aparecía su rostro, sus labios, sus manos abrazándome con ternura.
Mi sexo estaba húmedo e hinchado a tal grado que el simple roce con mis dedos me estremecía. Empecé a moverme con intensidad mientras en mi mente imaginaba cómo él me tocaba, me besaba y me acariciaba de forma salvaje y deliciosa. Ya no quise controlarme.
Comencé a tocarme con delicadeza, pero de manera insistente, deseando que aquello no terminara. Pensaba en su respiración sobre mi cuerpo, en cómo besaba cada centímetro de mi desnudez, en las ganas de sentirlo dentro para unirnos en cuerpo y alma.
Sentí cada caricia y beso suyo como si estuviese junto a mí. Quedé atrapada en esa historia que yo creé. Introduje los dedos en mi sexo, mientras con la otra mano tocaba mis senos desnudos, todo se traslucía en la sábana que me cubría. No sé en qué momento me pasó, pero ya no había marcha atrás, cada caricia era suya y mía a la vez, cada estremecimiento me hacía sentir expuesta y ansiosa.
Nunca antes llegué a tal grado del éxtasis. No pude y no quise controlar los gemidos que emanaban de mi boca. Grité.
De nuevo, mientras recuerdo aquella ocasión, mis labios están húmedos y mi vulva caliente, mi cuerpo arde a tal magnitud que siento venir otra vez esa explosión.
Me derrumbo de placer, me tumbo sobre el colchón. Solo siento mis labios contraerse una y otra vez entre mis piernas, que no paran de temblar. Pero no me detengo: mis dedos ya no responden a mis órdenes, se mueven por propio deseo.
He olvidado a Patricio, aquella historia dentro del recuerdo, ahora solo pienso en lo bien que se siente esto, en que cada vez soy yo, soy este cuerpo que se da placer.
Siento cómo un orgasmo llega nuevamente y me contraigo, dejo salir un suspiro mientras mi cuerpo jadeante arde sobre la cama. Comienzo a esbozar una sonrisa mientras lloro de alegría, esto ha sido magia.
Me quedo mirando el techo, incrédula, cómplice de mí misma. Continúo desnuda sobre la cama, no quiero levantarme. Mi rostro sólo esboza una sonrisa llena de satisfacción.
...
Han pasado varios días desde aquella tarde y no dejo de pensar en ese momento. Cada parte de mi cuerpo tiembla solo al recordarlo, y mis labios se contraen mientras siento la humedad entre mis piernas. El recuerdo aviva algo dentro de mí, un cosquilleo recorre mi ser, y sin pensarlo me toco. Comienzo el juego. Este es mi delirio, mi frenesí, mi éxtasis.
Myriam Guadalupe Sandoval Rivera
Como cualquier otro grupo muscular, el suelo pélvico también debe ejercitarse
Ejercitar el suelo pélvico es una for...
min lectura
Como cualquier otro grupo muscular, el suelo pélvico también debe ejercitarse
Ejercitar el suelo pélvico es una forma efectiva de mejorar la salud y el bienestar en muchos aspectos de la vida cotidiana. Y es que tener un suelo pélvico fuerte y saludable tiene múltiples beneficios para personas de todas las edades y géneros.
Qué es el suelo pélvico y beneficios de trabajarlo
Se conoce como suelo pélvico al conjunto de músculos y tejidos que forman la parte inferior de la pelvis y que sostienen todos los órganos de esta zona: vagina, uretra, vejiga, útero y recto.
Con esta definición, ya te habrás hecho una idea de la importancia de tener un suelo pélvico sano y fuerte. Pero si todavía no estás muy convencidx, aquí te dejamos algunos beneficios de trabajar el suelo pélvico:
Aumenta el placer sexual
Un suelo pélvico tonificado puede aumentar la sensibilidad durante las relaciones sexuales y a experimentar orgasmos más intensos y duraderos debido a que sus contracciones son más prolongadas y fuertes.
Ayuda a tratar disfunciones sexuales
Como la dispareunia (dolor genital vinculado a las relaciones sexuales), vaginismos (tensión involuntaria de los músculos de la vagina) o disfunción eréctil.
Previene o mejora la incontinencia urinaria
Y también la incontinencia fecal o de gases y el estreñimiento. Tanto si sufres de incontinencia como si no, ejercitar tu suelo pélvico te ayudará a mejorarla o a prevenir sufrirla en el futuro.
Mayor estabilidad y equilibrio
Como parte del núcleo del cuerpo, un suelo pélvico fuerte puede ayudar a mejorar el equilibrio y la estabilidad, lo que será de gran utilidad a medida que envejezcamos.
Ayuda a la recuperación después del parto
Después de dar a luz, los músculos del suelo pélvico se debilitan, lo que puede derivar en problemas de salud. Por eso, ejercitarlos es esencial para que recuperen su función habitual.
Cómo sé si debo ejercitar mi suelo pélvico
En este punto, lo más importante es que no te autodiagnostiques. Como en todos los temas de salud, lo fundamental es ponerse en manos de especialistas que valoren nuestro estado y nos guíen.
En este caso, dichxs especialistas serían lxs fisioterapeutas del suelo pélvico.
Dicho esto, sí que hay algunas señales a las que puedes prestar atención a la hora de saber si debes acudir al fisio para ejercitar tu suelo pélvico:
1Si sientes incontinencia urinaria o de gases.
2Si sufres estreñimiento crónico.
3Si sientes dolor durante las relaciones sexuales o presión o dolor en la zona pélvica.
4Si estás embarazadx o acabas de pasar por un embarazo.
Valoración de suelo pélvico
Seguro que te preguntas en qué consiste esta valoración. Pues aquí te dejamos los puntos esenciales para examinar el estado de tu suelo pélvico.
Entrevista clínica
Lo primero será responder a una serie de preguntas relacionadas con la vida sexual, la micción, la defecación, la alimentación, la actividad física, historial ginecológico y andrológico, etc. de la persona. De esta manera, lxs especialistas podrán hacerse una idea inicial de su estado de salud.
Valoración postural
La postura corporal también repercute sobre la pelvis y el suelo de la pelvis. Por eso, antes de pasar a la camilla, se hará una valoración de la postura de la persona a examinar.
Exploración externa
El siguiente paso será examinar la zona genital desde el exterior: el color, los tejidos y las contracciones para valorar la fuerza de los músculos a nivel visual.
Valoración vaginal y/o rectal
Ahora sí, toca valorar el estado de los músculos desde el interior, ya sea de la vagina o del recto, así como la posición de los mismos, para asegurarnos de que se mantienen en su sitio.
Diagnóstico
Por último, la persona que te ha examinado te informará sobre lo que ha encontrado. En este punto te dirá si debes trabajar tu suelo pélvico y cómo hacerlo de forma correcta.
La valoración de especialistas y el posterior trabajo muscular te permitirá aumentar el bienestar en muchos aspectos de tu vida. Si quieres saber más sobre cómo ejercitar tu suelo pélvico, pásate por este artículo.
Segundo premio del concurso de microrrelatos eróticos
Me crucé a mi primer amor una calurosa tarde de primavera. Al principio, fingí no verlo y miré el móvil para disimular. Pero él sí me vio. Clavó sus ojos en mí de esa forma tan suya, que no admitía ser pasada por alto.
Yo apresuré el paso y me metí en la boca de metro, seguida por él a cierta distancia. Pese a no verle la cara, sabía que estaba sumamente divertido por nuestro juego. Bajé las escaleras mecánicas que se hundían en la ciudad y me subí al tren.
Por el rabillo del ojo, vi que él se montaba en el último momento, entonces me di la vuelta y lo confronté. Se encontraba a unos pasos de mí y nos miramos, retadores. El metro arrancó y me agarré a la barra sin apartar la vista de él. Estábamos rodeados de gente, pero sentía que nos encontrábamos solos en el vagón traqueteante.
Decidí sentarme. Él sonrió y avanzó hacia mí, sorteando pasajeros hasta colocarse enfrente. Yo estaba sentada y él de pie, por lo que mis ojos no tenían más remedio que mirar su entrepierna, que me pareció ligeramente abultada. Una mujer a mi lado se levantó en la siguiente parada y él ocupó el asiento sin mirarme, como si no me conociera.
Y entonces empezó el juego de verdad. Cuando el tren arrancó, su mano empezó a acariciarme la pierna, con suavidad, casi como por accidente. Sus dedos, fuertes y flexibles, fueron subiendo muy, muy despacio. Yo tuve un momento de pánico y pensé en apartarle, pero su contacto era demasiado tentador y en su lugar lo tapé con el bolso. Con pericia, me desabotonó el pantalón e introdujo la mano dentro.
Comenzó el infierno. Estábamos en un lugar público y mi excitación me hizo sonrojar. Sus dedos alcanzaron mi clítoris y yo clavé las uñas en el asiento. Me di cuenta de que la presencia de los demás pasajeros y el riesgo de que cualquiera nos descubriera en cualquier momento me ponían a mil. Mi respiración se agitaba, mi corazón latía con fuerza…
Él lo sabía y no paraba. Miraba hacia el frente como un pasajero más mientras su mano se agitaba dentro de mis bragas. Sus dedos frotaban mi clítoris, cada vez más fuerte… cada vez con más intensidad… Abrí las piernas todo lo que pude… El tren iba a parar y yo… yo no quería… pero estaba… a punto de…
Me corrí. El placer me inundó y me mojé entera y mojé el asiento del metro. El orgasmo duró varios segundos, durante los cuales me dejé llevar y dejé que el chirrido de los frenos del metro ahogara mis gemidos, que ya no podía ni quería reprimir.
Por fin terminó, justo cuando el vagón se detuvo. Sin aliento y muerta de vergüenza, miré a mi acompañante, que extrajo la mano y se puso en pie.
—Te veo en casa —me dijo con una sonrisa antes de bajarse del tren.
Laura Vizcay Nespral
Finalista del concurso de microrrelatos eróticos
Me crucé a mi primer amor una calurosa tarde de primavera. Y habían sido tantas ya, las tardes en que me lo había cruzado, que no pude evitar invitarla a casa para ver si, por fin, lo nuestro también florecía.
Sonó el timbre y un escalofrío me recorrió la espalda.
─ ¿Qué tal todo? ─le dije mientras pensaba en nada; en nada más allá de ella, en su figura y en lo larga que se me había hecho la espera.
Y como el que espera desespera, la besé, ¿o me besó ella? No lo sé, pero sus brazos me rodearon y ya no supe ni quise soltarme.
La ropa empezó a cubrir el suelo y la usé para guiarme hasta la cama. Allí empezó el viaje: le quité hasta el ultimo centímetro de encaje y le devoré el cuello. Se lo decoraban una serie de pecas que, inconformistas, habían decidido bajar hasta su pecho. Las rodeé con la boca y aquello se convirtió en mi pasatiempo favorito. A ella parecía gustarle: la delataban los gemidos inconfundibles que opacaban el silencio de la habitación.
Acabamos conociendo el uno el sabor del otro, pero aún guardábamos espacio para el postre. Se subió encima de mí antes de que tuviese tiempo para pensar algo más original y, aunque se me hubiese ocurrido, su forma de moverse me tenía demasiado cautivado como para expresarme con claridad.
─Me encantas. ─le confesé sin pensarlo demasiado.
Ciento ochenta segundos más tarde, con la respiración entrecortada, parecía que me hubiese asesinado: el carmín fundiéndose en mi cuello y mi cara postorgasmo la señalaban como principal sospechosa de aquel delito.
Pasé noches enteras rememorando en soledad lo que había pasado aquella tarde. No pasó demasiado tiempo sin embargo hasta que me mudé a otra ciudad, cambié de país y, por ende, de barrio. Seguí paseando y me crucé a muchos más amores, con la ligera diferencia de que no eran el primero ni tampoco primavera.
Finalista del concurso de microrrelatos eróticos
Me crucé a mi primer amor una calurosa tarde de primavera en el parque. Caminábamos en la misma dirección y él aún no me había visto, pero yo instintivamente había posado mi mirada en aquel chico que años atrás había sido el protagonista de todas mis canciones de amor.
Llovía y yo casi me escondía tras mi paraguas como una adolescente tímida; hasta que me di cuenta de que él no tenía forma de refugiarse de la lluvia. Sin paraguas que cubriera su rostro del agua, que se deslizaba por sus labios; sin chubasquero que impidiera que su espalda y su pecho se empaparan del calor húmedo de la lluvia de primavera.
Comencé a imaginarle al llegar a casa, al quitarse la chaqueta chorreante de agua y dejando ver su camiseta blanca, casi transparente, mojada y pegada a su cuerpo fuerte y esbelto.
Un escalofrío recorrió mi abdomen, extendiéndose suavemente por el resto de mi cuerpo. Algo en mí me hizo dar el paso y hablar con él. Tras dos minutos de "¿qué tal estás?", "¡cuánto tiempo!", le ofrecí compartir paraguas hasta su casa y me arrimé a él para cubrirnos.
Pude sentir su respiración, caliente y acelerada al rozar nuestras pieles.Acabó invitándome a subir a su piso, e insistió en dejarme ropa seca para la vuelta. Ni se me ocurrió negarme.
Al llegar a su habitación, comenzó a desvestirse y mi corazón se disparó. Poco a poco noté como se me iba humedeciendo más y más la ropa interior a cadaprenda que se quitaba. Nos habíamos hecho mayores y ya no teníamos cuerpos de críos.
Me desabroché la blusa botón a botón mientras él se giraba contándome anécdotas de los viejos tiempos. Deslicé mis vaqueros mojados por mis piernas y me acerqué a él, casi desnuda, para coger la ropa que me ofrecía... pero no la cogí.
Nos miramos y yo puse mis manos sobre sus dorsales, repasando cada uno de los músculos que creaban el relieve de su cuerpo. Él dejó caer la ropa al suelo y colocó sus grandes manos alrededor de mi cintura mientras yo me acercaba a su cuello.
A cada beso que le daba, con más fuerza me agarraba de la cintura, cada vez que le mordía, más me apretaba el culo. Me lanzó a la cama y recorrió con la lengua lentamente mi cuerpo de arriba abajo hasta llegar a mi tanga, que retiró suavemente para empezar a besarme debajo.
Beso a beso, noté la humedad de su lengua rozando mi clítoris y sentí cómo me derretía sobre aquella cama mojada. Poco después me incorporé y le giré, dejándole bocarriba en la cama. Me coloqué encima de él y besé sus labios empapados de mí.
Empecé a tocarle, primero despacio y cada vez más rápido, hasta que tuve la necesidad de sentir esa dureza dentro de mí. Estaba tan mojada que se deslizó en mi interior, llenándome.
Al principio me moví despacio, disfrutando de cada sensación. Él empezó a tocarme al son de mi movimiento y yo empecé a jadear, a mezclar mis gemidos con los suyos. Casi había terminado y él me dio la vuelta y levantó mis piernas, dejando ver sus abdominales sudorosos mientras me penetraba.
Ya no pude más, la cama se empapó, pero no de lluvia ni sudor. Me di la vuelta mientras trataba de recuperar el aliento y noté cómo se corría sobre mi culo, para después caer rendido a mi lado y dejándome con una pícara sonrisa dedicada a mi yo adolescente: tiempo al tiempo.
La visibilidad trans como vía hacia una sociedad más inclusiva y diversa
El 31 de marzo se celebra el día internaci...
min lectura
La visibilidad trans como vía hacia una sociedad más inclusiva y diversa
El 31 de marzo se celebra el día internacional de la visibilidad trans, y es que, por desgracia, aun a día de hoy se sigue invisibilizando la diversidad de identidades de género.
Por eso, hoy y todos los días del año debemos tartar de tener un impacto en la educación y en la conciencia de la sociedad sobre la diversidad de género. Y para que este impacto sea real debemos dar altavoz y escuchar lo que las personas trans tienen que decir para acercarnos a su realidad, de manera que se desmitifiquen los estereotipos y prejuicios comunes sobre la identidad de género.
Y solo de esta manera llegará el día en que todxs seamos lo que queramos y sintamos ser, sin juicios ni presiones.
¿Qué es ser trans?
Ser trans es mucho más de lo que crees, y es que muchas veces caemos en el error de pensar que para ser trans hay que cumplir una serie de “requisitos” o “condiciones” como pueden ser las intervenciones hormonales y quirúrgicas. ¡Pues nada más lejos de la realidad! Ser trans es una cuestión de identidad. Si no te identificas con el género que se te asignó al nacer eres trans, sean cuales sean tus genitales o tu expresión de género.
Y es que, igual que para ser hombre o mujer no hay por qué encajar en los cánones establecidos como “masculinos” o “femeninos”, las personas trans deberían sentirse cómodas identificándose con lo que son sin tener que maquillarse, depilarse, tener un tono de voz más grave o más agudo, tener barba, vestir de una manera determinada... y todas esas cosas que la sociedad relaciona con la masculinidad o la feminidad.
Bien te adhieras a la idea de masculinidad o feminidad que se nos ha inculcado culturalmente o bien construyas nuevas formas de expresión, ser trans es mucho más que eso.
Definamos algunos conceptos
Término que engloba a todas aquellas identidades de género no normativas y aquellas identidades de personas que no se identifican con el género asignado al nacer (agénero, hombre o mujer trans, gender fluid, etc.). Las personas trans sufren discriminaciones interpersonales, institucionales, teniendo limitaciones incluso en los derechos humanos.
Al nacer, se te asigna un género u otro según tus genitales: si tienes vulva se te asigna el género femenino y si tienes pene, el masculino. Pues si el género que se te ha asignado concuerda con tu identidad de género eres cisgénero. El término cis o cisgénero se contrapone a trans.
La cisnormatividad es la tendencia errónea a considerar que todo el mundo es cisgénero (que su género asignado al nacer concuerda con su identidad de género).
La percepción subjetiva y sentimiento interior relativos al género (sentirse hombre, mujer, ninguna de las dos...), al margen de la orientación o las características sexuales biológicas. Lo que sientes es la identidad de género, lo que te define. Y cada persona percibe, vive y siente la identidad de género de una manera distinta.
El género es el conjunto de formas de hacer, pensar y sentir que social y culturalmente se suele enseñar a cada persona según sus características genitales o sexo fenotípico.
El cissexismo es una actitud discriminatoria que entiende como válidas y correctas solo las personas cisgénero. ¿Resultado? La transfobia, que discrimina y ejerce violencia hacia las personas con identidades trans.
¿Sabías que España es el país encuestado con valoraciones más positivas hacia el colectivo trans y no binario? ¡Todo un logro!
La autodeterminación de género es fundamental para una garantizar la dignidad y los derechos de las personas trans y no binarias. Por eso, ¡celebremos el día de la visibilidad trans!
Los testículos pueden ofrecer muuucho placer, descubre cómo estimularlos
min lectura
Los testículos pueden ofrecer muuucho placer, descubre cómo estimularlos
Los testículos, casi siempre asociados al dolor por su sensibilidad a los golpes o a las contracciones, también son muy sensibles al placer.
Muchas veces son los grandes olvidados y nos les prestamos la atención que se merecen durante nuestras prácticas sexuales (a solas o en compañía).
Si crees que tienes muuucho que aprender sobre esta zona erógena, aquí te dejamos unos consejos y unos movimientos que puedes poner en práctica para que no te quede ni un rincón del placer por descubrir.
Beneficios de tocar los testículos
SensibilidadEs una zona muy sensible y, por tanto, placentera.
CirculaciónMejora la circulación sanguínea de la zona.
PrevenciónPuede ayudar a descubrir anomalías de forma precoz (bultos, manchas, rugosidades...).
ConocimientoToda práctica te ayudará a conocer mejor tu placer (o el de tu pareja sexual).
Consejos a la hora de jugar con los testículos
Para realizar una estimulación de testículos, es importante empezar suave y delicadamente y aplicar una buena cantidad de lubricante para evitar roces excesivos y fricciones molestas.
Trátalos con delicadeza: su sensibilidad puede ser su mayor fortaleza, pero también su mayor “debilidad”. Por eso, procura tratarlos con sumo cuidado, como si se trataran de un preciado tesoro con la etiqueta de “muy frágil”.
Puedes aumentar el ritmo y la presión de las caricias, el masaje o los movimientos poco a poco. No empieces a saco: lo ideal es ir “calentando” la zona de forma progresiva.
Si la estimulación viene por parte de tu pareja sexual o si eres tú quien estimula a otra persona y no tienes muy claro si le está gustando, la solución siempre es la comunicación. No dudéis a la hora de preguntar o de dar indicaciones... ¡solo así podréis disfrutar plenamente y sin preocupaciones!
Cómo masajear los testículos
Los testículos son unas glándulas que están dentro del escroto (que la piel que los protege y envuelve y los mantiene a la temperatura idónea) y se encargan de producir espermatozoides y testosterona.
Además ¡son extremadamente sensibles! Por eso, utiliza las yemas de los dedos para acariciarlos suavemente. Prueba con las siguientes técnicas:
Guitarra
Rózalos suavemente como si tocaras las cuerdas de una guitarra para acariciarlos.
Bombilla
Estimula todos los rincones y alrededores de los testículos con los dedos y la palma de la mano con movimientos circulares.
Aguacate
Sujeta los testículos como si fueran un aguacate y tuvieras que comprobar cómo de maduro está con las yemas de los dedos.
Efecto frío
Agarra un cubito de hielo durante unos segundos y seguidamente acaricia los testículos. También puedes probar con el estimulante efecto frío.
Vibrante
Utiliza el vibrador masajeador Mini-Diva para jugar con la vibración en los testículos y perineo (si quieres saber más sobre cómo estimular los testículos y el ano conjuntamente, échale un ojo a este artículo.
Boca
Si te apetece, puedes acariciar los testículos con la lengua y con los labios: así tendrás una fuente de lubricante natural y contarás con una herramienta de masaje que se adapta fácilmente a la anatomía de los testículos.
Estrangulación
coloca a la anilla estranguladora Vicky con el pene en estado de erección y disfruta de una estimulación testicular que además te permitirá experimentar nuevas sensaciones y potenciar y alargar la erección.
En lo que a placer se refiere, todo (siempre con comunicación y consentimiento) suma. No te cierres puertas y ábrete a nuevas sensaciones... ¡el cuerpo está para disfrutarlo!
Un nivel alto de autoestima sexual es esencial para disfrutar de una vida sexual plena
Sentirnos sexualmente atract...
min lectura
Un nivel alto de autoestima sexual es esencial para disfrutar de una vida sexual plena
Sentirnos sexualmente atractivxs puede tener implicaciones sobre cómo experimentamos nuestra sexualidad y nuestras relaciones sexuales, independientemente de nuestro género u orientación sexual.
En este artículo te contamos los beneficios de sentirte sexualmente atractivx y unos tips para que tu autoestima sexual se mantenga por las nubes. ¡No te pierdas nada!
Beneficios de sentirte atractivx
Sentirnos objetos de deseo es uno de los mayores detonantes de la excitación... de eso no cabe duda. No dejes que la inseguridad y la falta de autoestima en el aspecto sexual te juegue malas pasadas... Atentx a estos beneficios [1]:
Las personas que ser sienten sexualmente atractivas son más seguras de sí mismas como parejas sexuales, lo que les puede ayudar a vivir sus experiencias sexuales con más libertad y tranquilidad.
Sentirte sexualmente atractivx se traduce en una mayor satisfacción con sus experiencias sexuales o los aspectos sexuales de sus vidas, en general.
Los estudios apuntan que las personas con una mayor autoestima sexual suelen experimentar una mayor frecuencia de actividad sexual, ya que aquellas que no están satisfechas con sus cuerpos evitan la actividad sexual.
Habrá para quienes esto sea un beneficio de sentirse sexualmente atractivxs y para quienes dé exactamente igual, pero lo cierto es que las personas con una mayor autoestima suelen tener más parejas sexuales.
En definitiva, las personas que perciben que otrxs les encuentran sexualmente deseables seguramente tendrán experiencias más positivas en su sexualidad.
Cómo mejorar tu autoestima sexual
Dejarte llevar
Puede que te parezca que hay infinidad de factores que te impiden dejarte llevar y centrarte en las sensaciones. Para conseguirlo, debemos tratar de ser autocompasivxs y dejar de intentar cumplir unas expectativas que nosotrxs mismxs nos hemos impuesto. Pare centrarte en el momento, te invitamos a probar el sexo consciente.
Conectar con tu cuerpo
El rechazo hacia nuestro propio cuerpo o hacia nuestro placer puede ser consecuencia de una falta de autoconocimiento y aceptación necesarias para una buena autoestima sexual. Date tiempo, la autoestima se construye con paciencia y compasión y, cuando la hayas alcanzado, podrás disfrutar plenamente de tu sexualidad e incluso compartirla.
Saber qué te gusta
Para poder disfrutar de tus experiencias sexuales es esencial tener una idea de qué nos gusta y qué no... Si ni tú mismx sabes cuáles son tus puntos de placer o qué fantasías son las detonantes de tu excitación, será muy difícil que puedas dejarte llevar, así que... ¡a explorar se ha dicho!
Conocer tus límites
Es muy importante saber lo que nos gusta, pero también lo que NO nos gusta... ¡y, sobre todo, saber comunicárselo a nuestra pareja sexual! Si no somos capaces de decírselo, nos veremos forzadxs a vivir situaciones incómodas que provoquen un rechazo a la sexualidad.
Innovar para ir más allá
Tener una idea de qué nos gusta y qué no supone una reflexión constante, ya que nuestros gustos evolucionan a medida que nosotrxs lo hacemos... Explora tus puntos de placer y las fantasías que más te excitan en cada momento de tu vida para disfrutar de cada etapa.
Aceptar la evolución de tu cuerpo
Los cánones de belleza pueden hacernos sentir incómodxs con nuestro físico. El cuerpo evoluciona y cambia constantemente: acéptalo y quiérelo en cada una de sus etapas.
Compañía sana
Relaciónate con entornos donde el concepto de belleza se cuestione y no sea tan rígido. La pluralidad de cuerpos y estéticas es una realidad y cuanto más la integremos en nuestra concepción de la belleza y el atractivo, mejor.
Querernos a nosotrxs mismxs a veces es un camino difícil, pero con muchos beneficios en todos los aspectos de nuestra vida, incluida la sexualidad.
[1] Amos, N., & McCabe, M. (2017). The importance of feeling sexually attractive: Can it predict an individual's experience of their sexuality and sexual relationships across gender and sexual orientation? International Journal of Psychology, 52(5), 354-363.
El movimiento Slow life como contraposición al vertiginoso ritmo de vida
En este artículo descubrirás qué es y de d...
min lectura
El movimiento Slow life como contraposición al vertiginoso ritmo de vida
En este artículo descubrirás qué es y de dónde viene el movimiento del Slow Sex, sus beneficios y los pasos para practicarlo y disfrutarlo.
¿Qué es el Slow Sex?
El Slow Sex responde a la necesidad de vivir el sexo desde una perspectiva más consciente, que nos permita vivir el momento y disfrutar de las sensaciones sin presiones ni expectativas.
El término slow life surge por a raíz del movimiento slow food, que fue acuñado en Italia por el sociólogo Carlo Petrini. Petrini promueve este estilo de vida como respuesta al vertiginoso aumento del número de establecimientos de comida rápida en Roma.
Esta tendencia se ha extendido a más aspectos de la vida para que aprendamos a vivir de una manera más consciente y pausada.
Imperativo orgásmico
El imperativo orgásmico es la asunción de que todas las personas tienen que llegar al orgasmo cuando tienen relaciones sexuales. Esta imposición puede impedirnos centrarnos en el momento y dejarnos llevar por el placer.
Vive el presente olvidándote de las expectativas, los juicios, los deseos y, sobre todo, no te obsesiones con el orgasmo como finalidad última.
Disfruta el recorrido: este es el cambio de mentalidad que necesitas para disfrutar plenamente del sexo, en su conjunto y totalidad.
El mindfulness es una forma de meditación que se centra en disfrutar más y mejor del Ahora. El mindful sex aplica esta técnica a la práctica sexual.
Beneficios del Slow Sex
El Slow sex tiene múltiples beneficios: disfrutarás más de tus relaciones sexuales, conocerás mejor tu cuerpo y el de tu pareja sexual, descubrirás nuevas sensaciones, conectarás con tu cuerpo y con el momento y aprenderás más sobre tu placer.
Pasos para disfrutar del Slow Sex
Por eso, para disfrutar de todos los beneficios que te puede brindar el Slow sex, prueba a poner en práctica los siguientes puntos:
Fuera prisas
La prisa es una de las peores aliadas del deseo, ya que nos hace pensar en lo que tenemos que hacer después y nos limita a la hora de disfrutar del momento.
Fuera distracciones
Procura que no haya factores que desvíen vuestra atención del placer.
Pon todos los medios necesarios para estimular tus sentidos
Esto te ayudará a conectar con el presente.
OlfatoAromas agradables como velas aromáticas, aceites, incienso...
GustoDespierta tus papilas gustativas jugando en pareja con chocolate, nata, frutas, aceites de masaje besables, lubricantes de sabores...
Tactono dejes de lado las caricias, los masajes, los azotes... ¡la piel es el órgano sexual más grande del cuerpo!
Oídoregálate (o regálale) el oído con una música excitante y relajante o con palabras subidas de tono, gemidos o susurros.
Vistauna luz tenue o de colores puede hacer la situación mucho más sensual.
Céntrate en la respiración
Centrarte en tu propia respiración o en la de tu pareja sexual te ayudará a centrarte en el presente.
Aumenta la excitación de manera progresiva
No tengas la penetración como meta. Ir cambiando de postura y de prácticas os ayudará a mantener la atención.
Comunicación
La comunicación es esencial para hacerle saber a nuestra pareja qué nos gusta y así mantenernos excitadxs en todo momento.
Siempre puedes recurrir a nuestro retardante de la eyaculación, para que puedas sentirlo todo... durante más tiempo.
El Slow Sex te permitirá disfrutar del sexo de una manera mucho más intensa y sana... ¿a qué esperas para ponerlo en práctica?
¡Ligar es todo un arte! Descubre los secretos del flirting
El coqueteo es un aspecto esencial de la interacción hum...
min lectura
¡Ligar es todo un arte! Descubre los secretos del flirting
El coqueteo es un aspecto esencial de la interacción humana y clave para la formación de relaciones íntimas.
Influyen muchos factores como el comportamiento no verbal, la inteligencia, el humor, el aspecto, los intereses, la amabilidad... Y esto depende de lo que a cada persona le parezca atractivo: no es una ciencia exacta.
Aunque no lo creas, ligar es como montar en bicicleta... ¡nunca se olvida! Pero, si pruebas a montarte en una bicicleta tras años sin usarla, puede que hayas perdido soltura. Pues el arte del coqueteo también se oxida. ¡Así que atentx a estos consejos!
Consejos para ligar
Escucha activa
A la hora de ligar, es importante escuchar a la otra persona y demostrar que lo estás haciendo. Una manera de demostrar a la otra persona que le escuchamos, aparte de asentir o hacer preguntas relacionadas con lo que se está hablando, es parafrasear. Es decir, resumir lo que nos ha contado la otra persona para ver si lo hemos entendido correctamente.
Muestra interés
Puedes demostrar tu interés hacia la otra persona con gestos como acercarte, mirar a los ojos, preguntar sobre su vida e intereses o contarle algún proyecto personal. Dale a entender que te interesa su vida, sus experiencias o sus aspiraciones.
Divertirse
No hay nada mejor para ligar que sonreír, divertirse juntxs y hacer reír a la otra persona. Muéstrate natural, tal y como eres y no tengas miedo de compartir alguna anécdota. El sentido del humor es un factor determinante para que nos apetezca pasar tiempo con esa persona con la que lo pasamos tan bien. Pero cuidado con no forzar, ¡hay un momento para todo!
Comunicación
Hay temas con los que cuesta ligar, como la política o la religión. Si eres de esas personas a las que le cuesta iniciar una conversación, siempre puedes hablar del sitio donde estáis, comentar algo positivo del ambiente, sobre amigxs en común o la situación que os ha llevado a conoceros, o explicar un poco de ti. No dudes en hablar de las cosas que te gustan, las que te atraen o tus expectativas para dejarte conocer.
Propón planes
Puedes proponer algún plan que te motive para indagar acerca de los gustos de la otra persona. Compartir tiempo de ocio y gustos similares favorece la conversación y será más fácil encontrar puntos en común. Además, eso os ayudará a comprobar si la otra persona comparte nuestras aficiones o nuestro estilo de vida.
Contacto físico
Ya sea a través de un abrazo, un beso, una caricia o bailando. A partir del lenguaje no verbal también podemos identificar más fácilmente si la otra persona está interesada en nosotrxs. Y el contacto físico puede favorecer la conexión entre vosotrxs. Pero, ojo, debes tener siempre presente el consentimiento: no lleves a cabo este acercamiento si ves que la otra persona está incómoda o si te lo hacen saber directamente.
Autoestima y seguridad
Mostrarse natural, tener buena autoestima y seguridad nos abre puertas a ligar con otras personas. ¡Para que te deseen es importante estar bien contigo mismx! Y es que con una actitud segura tienes la mitad del trabajo hecho.
¡Esperamos que estos trucos te sean de utilidad! Sobre todo, recuerda ser tú mismx y no forzar la situación si ves que la cosa no fluye o que la otra persona no está en tu misma onda.
Descubre los beneficios de tener sexo delante del espejo
Un simple espejo puede ser un elemento que aporte muchísim...
min lectura
Descubre los beneficios de tener sexo delante del espejo
Un simple espejo puede ser un elemento que aporte muchísimo erotismo a tus experiencias sexuales tanto a solas como en compañía. Y es que, aunque el ser humano cuenta (normalmente) con cinco sentidos, el órgano sensorial con más peso de todos ellos es, sin duda, el ojo.
Hasta el 80 % de todas las impresiones que percibimos nos llegan a través de la vista.
Por eso, todo aquello que pueda alimentar los estímulos visuales puede tener muchos beneficios. Y si además juegas con el resto del ambiente (iluminación, juguetes eróticos, accesorios…) y nos recrearnos en él, haremos que la experiencia sea de 10. ¡Sigue leyendo!
Beneficios de tener sexo delante del espejo
Performance
Mirarte al espejo mientras tienes relaciones sexuales (a solas o en compañía) puede resultar muy excitante, ya que podemos ser actores/actrices y espectadorxs al mismo tiempo. Esto puede fortalecer nuestro potencial erótico y motivarnos a ser los protagonistas de nuestra propia película en directo.
Fantasías
Puede ayudarnos a cumplir una fantasía. Además, el hecho de vernos en actitud sexual frente al espejo también puede desencadenar nuevas fantasías, ya que tenemos más elementos visuales para potenciar la excitación y, por tanto, el imaginario erótico.
Novedad
Es una manera de innovar en prácticas sexuales que ya hacemos normalmente, escapar de la rutina y ampliar así nuestro repertorio sexual. Además, si tenemos espejos fuera de la habitación, también se pueden crear nuevos espacios eróticos dentro de la misma casa... ¡salir de la cama a veces es de lo más excitante!
Lenguaje no verbal
Nos permite visualizar elementos del lenguaje no verbal que de otra manera no podríamos ver (por ejemplo, cuando tenemos sexo de espaldas a nuestra pareja con posturas como la del perrito) y nos permite ver el placer de la otra persona (¡y sí, esto siempre promueve el propio placer!) y conocernos mejor.
Observa
Nos permite observar nuestros movimientos, caras, comportamientos y los de nuestra pareja desde diferentes ángulos, lo que puede resultar erótico y seductor. También podemos jugar con diferentes espejos, colocados de manera que podamos vernos en todas las posturas... ¡incluso en el techo!
Autoconocimiento
A solas, puede servirnos como un recurso para potenciar el deseo sexual, las fantasías y el autoconocimiento. ¿Y si pruebas a masturbarte delante del espejo para observar cómo responden tus genitales y cómo cambian con la respuesta sexual? Conocer nuestro cuerpo es esencial para conocer nuestro placer.
Explora
Podemos disfrutar de nuestro cuerpo y el de nuestra pareja... ¡Explorad todo su potencial! Lencería, body painting, complementos BDSM, y todo lo que se os ocurra. También podemos usarlo mientras hacemos un baile erótico o un striptease para ver nuestra propia performance y mejorar la autoestima sexual.
En definitiva, ¡tener sexo frente al espejo puede ser una experiencia muy emocionante y excitante! Además, es un recurso que todxs tenemos al alcance de la mano... anímate y aprovecha todo su potencial.