El deporte profesional siempre ha excluido al colectivo LGTB+, te dejamos unos tips para formar parte del cambio

Si la escena de los niños jugando al fútbol y las niñas a las muñecas en el patio del cole te suena, no hace falta que te expliquemos que la idea de masculinidad hegemónica (cuyas características son la heterosexualidad, el desarrollo físico y la falta de afectividad) tradicionalmente se ha asociado al deporte.

Si algo tenemos claro, es que el deporte forma parte de una vida sana y todas las personas deberíamos poder disfrutar de un ambiente libre de violencia y prejuicios.

El camino a la igualdad

Aunque a lo largo de la historia el deporte ha tenido pocos referentes de personas homosexuales o de mujeres cis, nos sentimos orgullosxs de poder decir que esta tendencia está cada vez más equilibrada.

Lo más probable es que las personas pertenecientes al colectivo LGTB+ que hayan podido hacer carrera en el deporte profesional se hayan visto obligadas a disimular su orientación o identidad de género, y es que las circunstancias sociales, religiosas y culturales han impedido que se pueda reconocer la realidad de la diversidad sexual en el ámbito deportivo.

Pese a todo, a día de hoy existen colectivos que están presionando para que cada vez sea más difícil dar la espalda a esta realidad y así llegar a la democratización de la práctica deportiva.

Homofobia y heterosexismo en Educación Física

La realidad es que aún queda mucho por hacer para que la sociedad integre el respeto a las personas que se alejan de esta heteronormatividad. De hecho, lo lógico sería que la sociedad estuviera en el centro de esta lucha, y es que ¡la educación es el pilar fundamental sobre el que deberían construirse las bases de la tolerancia!

Por desgracia, la discriminación sigue estando a la orden del día en los centros educativos. Además, la Educación Física es una de las áreas en las que más trabajo queda por hacer.

Por desgracia, en las clases de Educación Física, el profesorado suele fallar en aspectos como la inclusividad debido a los estereotipos de género tradicionales. Esto puede llevar a que se vivan situaciones que exponen a lxs jóvenes y que ponen en el punto de mira a aquellxs que se alejan del patrón estándar.

Datos sobre las personas LGTB+ en el deporte

Martina NAVRATILOVA fue la primera deportista profesional que salió del armario estando en activo (1981). Después de salir del armario públicamente, se convirtió en una de las mejores tenistas de todos los tiempos y fue una tenaz activista por los derechos del colectivo.

Según la agrupación deportiva ibérica, en España el 64,5% del alumnado de secundaria ha presenciado comportamientos homófobos entre estudiantes o los ha sufrido en alguna ocasión (incluso siendo heterosexuales) en las clases de Educación Física.

La Federación Europea del Deporte Gay y Lésbico (EGLSF) es una organización que promueve la visibilidad de este colectivo en el mundo deportivo y que representa a 15.000 deportistas de toda Europa de más de 100 clubes deportivos.

Según la agrupación deportiva ibérica, de los delitos de odio del año 2019 en España, 83 ocurrieron en campos de fútbol e instalaciones deportivas. Ese mismo informe registra que los delitos de odio que tienen como causa la LGTBIfobia aumentaron en un 8,6 % respecto a los datos de 2018.

En los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 hubo 10 atletas declarados homosexuales. En Londres 2012, fueron 20, en Río 2016, 49, y en Tokio 2020, ¡cerca de 168!

Hasta 2018, no se tenía constancia de que ningún jugador de la liga masculina de Primera División de fútbol se hubiera declarado abiertamente homosexual en España... Sorprendente, ¿no?

En cuanto a los eSports, Scarlett (profesional de Starcraft y mujer trans) está dentro del libro Guinness de los récords como la persona con más ganancias del mundo en el área de los videojuegos... ¡bravo por ella!

Tips para facilitar la inclusión de estos colectivos en el deporte

  • Elaborar un protocolo de actuación ante cualquier caso de LGTBfobia y prestar especial atención a cualquier tipo de acoso o aislamiento.
  • Adaptar los vestuarios y los baños para que las personas trans e intersexuales (y del colectivo en general) se sientan seguras y cómodas.
  • Organizar actividades formativas sobre orientación sexual e identidad de género para lxs profesionales de la entidad deportiva.
  • Visibilizar referentes deportivos del colectivo LGTB+ para concienciar y normalizar la diversidad entre la comunidad deportiva.
  • Utilizar un lenguaje respetuoso que tenga en cuenta la identidad de género y evitar usar expresiones que estereotipen los roles de género.
  • Potenciar actividades que trabajen la autoconfianza y la reflexión sobre la violencia y discriminación a los colectivos LGTB+.

Recuerda, el deporte no entiende de identidades de género ni de orientaciones sexuales: no hay deportes “masculinos” ni “femeninos”, pero sí masculinizados y feminizados, por lo que es nuestra responsabilidad eliminar estereotipos.