Cómo hacer un anilingus y aprender a disfrutarlo
Seguramente habrás podido comprobar que la lengua puede hacer maravillas. Y es que es otra manera de despertar tu piel y zonas más íntimas, más allá de las caricias. ¿A quién no le pone la piel de gallina un buen lametazo en el cuello o en la zona de las costillas?
Existen infinitas maneras de darle uso a la lengua en todo el cuerpo de tu pareja sexual, también en el ano. Sí, sí, como lees. Saber estimular esta zona con la lengua es todo un arte. Hablamos del anilingus o, como se conoce popularmente, el beso negro o rimming.
¡No limites tu placer (ni el suyo) por culpa de tabúes y pudores!
Además de ser muy placentera, esta práctica es ideal para dar paso a la penetración anal (con un juguete como MJ) o a los juegos que se te ocurran, ya que la zona estará relajada y dilatada. ¡Aprovéchalo!
¿Por qué la estimulación anal es tan placentera?
El ano es muy ignorado por muchas personas. Pero... ¿por qué? Desde luego, no porque no sea placentero, ¡todo lo contrario! Esta zona está rodeada de muchísimas terminaciones nerviosas. ¡Y no solo eso! Por esta zona pasan nervios como el conocido como 'pudendo', que conecta con los órganos sexuales.
Todo esto hace que el ano sea una zona muy sensible y, con ello, placentera. Entonces, ¿por qué no se juega tanto con él? Como ocurre con muchas otras prácticas, los tabúes y prejuicios a veces pasan por delante del placer...
En tus manos (y tu lengua) está el poder de derrotarlos y dar paso a una nueva y fascinante manera de disfrutar y, por qué no, de llegar al orgasmo.
Antes de pasar a la acción... Ten en cuenta:
¡Higiene ante todo!
Esta zona es muy sensible al placer, sí, pero también lo es a las bacterias. Así que, antes que nada, te recomendamos limpiar la zona. ¿Cómo? Muy fácil: con una toalla húmeda o simplemente con agua y jabón. Pero también existe un método muy eficaz y fácil de usar con el que la higiene está garantizada: la lavativa o ducha anal. Si optáis por este método, debéis hacer la limpieza una hora antes con agua tibia después de haber lavado la zona con agua y jabón neutro.
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Hablando de duchas... ¿Por qué no aprovecháis para disfrutar de las maravillas del anilingus después de la ducha? ¿O durante?
Protección
Por el ano no puede haber embarazos, pero lo que sí puede pasar y, con mucha probabilidad, es que cojas alguna infección. ¡El ano tiene muchas bacterias!
Como protección usa un preservativo. Sí, no pongas esa cara. Si lo cortas por la mitad de arriba a bajo (de manera que puedas abrirlo y colocarlo encima del ano) se convertirá en una barrera perfecta contra la transmisión de ITS. Puedes hacer esto o directamente utilizar una barrera de látex diseñada especialmente para ello.
De las dos formas, la sensibilidad y la protección están aseguradas.
¡Ah! Y es muy importante que NO utilices el mismo protector durante el anilingus y el cunnilingus/felación, o trasladarás bacterias de un lado a otro. De hecho, si utilizáis juguetes, recordad cambiar el preservativo... ¡A cada zona, su cariño especial!
Cómo combatir el pudor
Si no te acabas de sentir a gusto con esta práctica, puedes aprovechar y elegir un preservativo o barrera de látex de sabor o bien aplicar un poquito de alguno de nuestros lubricantes de sabores o frutas exóticas, por ejemplo, y así lo harás con más ganas.
Ponle sabor al anilingus VER MÁS ❯
Anilingus: los 2 pasos que te llevarán a la gloria
1. Erotiza TODA la zona (¡no vayas al grano!)
Como en muchas otras prácticas, aquí también debes evitar ir directamente al grano. Si lo haces, será placentero, claro (por que la zona en sí lo es), pero no tanto.
Así que, desliza tu lengua desde el coxis hasta el ano, pasando por medio de los glúteos, pero sin tocar el ano directamente. E incluso puedes ir desde el perineo hacia arriba.
En definitiva, erotizar toda la periferia despertará las terminaciones nerviosas y así, cuando llegues a estimular el ano con la lengua, la sensibilidad y el placer serán mayores.
2. Movimiento espiral
No hace falta perderse por dentro del ano. Quedarte en la entrada de este será más que suficiente, ya que es aquí donde se reúnen la mayoría de las terminaciones nerviosas.
En el siguiente paso los movimientos en círculo serán los protagonistas. Hacia un lado, hacia el otro, a un ritmo más lento, un poco más rápido... Este paso resulta muy, pero que muy placentero. Y es que, igual que en el cunnilingus, nunca falla.
Hacerlo permite que la dilatación sea mayor y así, más adelante, podrás jugar un poco más profundo con la cadena anal Amy, por ejemplo.
Sus bolas tailandesas te pondrán los ojos en blanco (de placer) VER MÁS ❯
Posturas ideales para el anilingus
Si no lo has practicado nunca, es totalmente normal que no acabes de verlo. Así que, vamos a ponerle cara al asunto:
Perrito
Esta es la postura ideal para llevar a cabo la imprescindible tarea de erotizar toda la zona, como explicamos en el punto anterior. Aquí tienes todo el trasero a tu disposición para que hagas lo que se te pase por la cabeza.
A medida que vayas dominando la técnica, complementarla con unos azotes resultará excesivamente erótico. No te conformes con lo que ya sabes. ¡Innova!
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Lengua de gato
Esta postura es perfecta para que la persona que recibe el anilingus señorial esté más relajada. Para facilitarle el trabajo a la persona que lo hace, sube las piernas un poco.
Pero lo mejor de la postura 'Lengua de gato' es que podéis tocaros mutuamente con las manos. ¿Qué tal si durante el anilingus masajeáis el cuerpo con la bala vibradora o vibrador mini como Neo Plus? ¡No te olvides de pasarla también por el exterior del ano!
Dale un toque profesional y mucho más placentero VER MÁS ❯
La silla de la reina (o el rey)
Haz que se sienta como en Juego de Tronos con esta postura y con el placer que le vas a regalar. Y si quieres ganarte la corona, estimula los genitales principales de tu pareja sexual o acaricia sus pechos. Tienes las manos libres, ¡dales uso!
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El placer no entiende de tabúes ni de pudores. ¿Y tú?