Ghosting… o cómo desaparecen sin dejar rastro

Ghosting… o cómo desaparecen sin dejar rastro

Descubre qué es el ghosting y cómo gestionarlo

Seguramente ya hayas escuchado este término y, si no es así, puede que la propia palabra te de alguna pista.

El ghosting es un término anglófono que se refiere a la desaparición de una persona por chat o redes sociales con la que mantenías una relación de comunicación más o menos continua.

Vamos a contarte todo sobre este modo de despedida, por llamarlo de alguna forma… Verás que es mucho más fácil de gestionar de lo que pensabas.

¿Por qué yo?

Es la primera reacción y lo más doloroso. ¿Qué habré hecho yo para merecer esto? Pues tenemos que decirte que no es culpa tuya. Quizás pienses que hayas hecho algo que ha podido molestarle pero, aunque lo hubieras hecho, esto no es una razón que justifique el hecho de desaparecer sin dar explicaciones.

 Al fin y al cabo, es una cuestión de responsabilidad afectiva.  

Te recomendamos no insistir. Si por más que lo has intentado pasa de ti, no es el fin del mundo. Y es normal que te sientas mal por no obtener una respuesta o un cierre, pero no le des más vueltas de las necesarias.

¿Había señales previas…?

Lo mismo hace tiempo que te amenazaba con un “hasta nunca”. Quizá era evidente que algo pasaba, pero no las veías. Ponte “las gafas de la verdad” y mira tu relación desde fuera, con más objetividad. Aunque recuerda: nada de lo que no funcionara en vuestra relación es algo que no pueda hablarse.

A veces justificamos lo injustificable (por el bien de la relación). ¡Es habitual! Pero no deberíamos olvidar que ser comprensivx no debe estar reñido con ser asertivx defendiendo tus propios derechos.

¿Y si soy yo quien hace ghosting…?

Acabas de llegar al final de este artículo y una sospecha ronda tu interior: “Sí, me han hecho ghosting… pero creo que yo también lo he practicado”.

Estos son algunos posibles motivos por los que has hecho ghosting:

  • “En el fondo soy muy tímidx”: en ocasiones se juntan problemas externos e inseguridades con la persona tímida que fuiste. Coge aire, afronta el momento y ten coraje. Ser valiente no significa dejar de sentir miedos o inseguridades, sino tragar saliva y afrontar el mal trago.
  • “Tengo otra relación (¡o decenas!)”: puedes llevar la vida como mejor te plazca, pero ten en cuenta que lo que hay detrás de la pantalla es una persona, por lo que se agradecería una dosis de realidad con extra de tacto.
  • “El caso es que… ¡no sé cómo decirlo!”: empieza por evitar excusas y cortinas de humo. Explica los motivos sin dejar dudas, pero sin explayarte para no alargar una situación incómoda. Comenta que te resulta difícil, que entiendes si haces daño y cómo te sientes. Explica que, aunque puedas quedar mal, has escogido no seguir viendo a esa persona y eres consciente de ello.
Si te expresas, a la otra persona le harás un favor cerrando una puerta, y a ti te harás otro (y muy grande) sabiendo que has conseguido comunicarte sin dejar cabos sueltos.

 

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¡Con la conciencia tranquila se vive mucho mejor! Así que, en esto del ghosting, ya sea que lo hagas o te lo hayan hecho (y como siempre decimos) ¡la comunicación es clave!

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