Cuando lo rutinario se vuelve extraordinario

El tema del deseo sexual en las relaciones a largo plazo y la tendencia a que disminuya con el tiempo es una preocupación humana que ha hecho correr muchos ríos de tinta, tanto en investigaciones científicas como en el ámbito del periodismo, de la literatura y en el mundo audiovisual. Mantener el deseo sexual es, también, una gran preocupación que se encuentra en las terapias de parejas.

El deseo sexual es fluctuante, variable, y puede depender de factores externos (estrés, trabajo, presión social...) o internos (falta de comunicación, la falta de tiempo en pareja, cambios corporales...).

La clave para que el sexo siga siendo satisfactorio después de años de relación está en la intimidad, la emoción y la sensualidad.

¿Qué dice la ciencia sobre la evolución del deseo sexual?

Aunque no siempre es así, es muy normal que al principio de una relación haya muchos más encuentros sexuales en pareja que después de 5 años. De hecho, según un estudio de 2016 de The Journal of Sex Research, en los primeros 6 meses, el 83 % las personas se consideran satisfechas sexualmente. Después de 3 años de relación, solo un 48 %.

Los cambios según el período en el que se encuentra la relación vendrían a ser algo así como:

¿Cuántas veces a la semana tengo que tener sexo?

La cantidad no es tan importante como la calidad. Es más importante hablar con nuestra pareja de dónde y cuándo nos apetece más tener sexo. Intentad buscar ese espacio-tiempo en el que os podáis encontrar mutuamente. Hablad de vuestras fantasías y de vuestros deseos. Es una manera de mantener ese vínculo especial en el día a día. A veces, una simple caricia dice más que mil palabras.

¿Cómo (re)conecto sexualmente con mi pareja?

Conecta con tu placer

Para estar en en mismo punto con tu pareja, lo primero que tienes que hacer es conocer tu propio placer y ponerlo en común con la otra persona. ¿Qué es lo que te gusta? ¿Qué no te gusta? ¿Cómo te gusta que te toquen? Si tú disfrutas, la otra persona también lo hará. En este caso, el sexo es un juego a dos (o más personas) en el que tiene que haber comunicación, consentimiento y consenso.

Reaviva la llama

La pérdida de la novedad en pareja y la rutina y la monotonía sexual pueden ser una causa de esa bajada del deseo. Hay que ser consciente de que la sexualidad y el deseo en una pareja estable no funcionan como durante la etapa del enamoramiento, en le que la novedad hace que fluya con más facilidad. Si vuestro problema tiene más que ver con el bienestar personal o el cansancio provocado por el trabajo, lxs hijxs, la casa, el poco tiempo libre, etcétera, intentad encontrar cambios positivos en vuestra vida para volver a disfrutar de las pequeñas cosas, como el sexo lento o simplemente reencontrar vuestros cuerpos. Aquí te dejamos una guía que te será de lo más útil para reavivar la llama.

Para reavivar esa llama podéis incorporar juegos como los que os tenemos preparados aquí:

Mimos todo el día

Las caricias, los besos y los mensajes subidos de tono pueden ser un ritual que incorporar a vuestro día a día para alimentar esa llama, incluso cuando no hay tiempo o energía para tener relaciones sexuales. El hecho de generar expectativas también puede alimentar el deseo. Cultivad los mimos a cada momento para recibir la recompensa más tarde, con calma y disfrutando de todo el recorrido.


Sea como sea, no hay que obsesionarse con un número ni una frecuencia sexual. El apego crece con el tiempo, y eso es casi más mágico que el sexo pasional del principio. Mantenerlo y hacerlo crecer es algo que tendréis que trabajar cada día para encontrar esa placidez tan bonita en pareja.