“Si quieres que todo siga como está, es necesario que todo cambie”Gatopardo, Luciano Visconti
Te salta una notificación en el móvil: “Redescubre tus fotos del 2011”. Abres la carpeta y te das cuenta de que han pasado ya 10 años de ese festivalazo al que fuiste con tu pandilla. Te ves mucho más joven, con menos michelines y ni una sola cana, y tu primer pensamiento es “¡Vaya cuerpazo que tenía!”. Te paras a pensar y te das cuenta de todas las inseguridades que tenías en ese momento y te entran unas ganas locas de volver atrás para darte una bofetada por todos esos pensamientos negativos que tenías. De golpe te das cuenta de lo siguiente: “No estoy tan mal ahora, y qué pereza volver a sentirme en una nube constante de incertidumbre...” ¡Los treinta son maravillosos!
Efectivamente, tu cuerpo ha cambiado, te despiertas una mañana y te das cuenta de que la resaca ya no dura un día, sino varios, que comes lo mismo que antes y engordas el doble. Te pueden preocupar muchas cosas, como la dificultad de erección, los pechos caídos, la celulitis, la sequedad vaginal, la calvicie, tener o no tener hijxs, llegar a fin de mes... pero ya has experimentado muchos cambios desde la infancia a la edad adulta; y la experiencia te permite torear estos temas con mucha más madurez. Esto no quiere decidir que se haya acabado la diversión, todo lo contrario, ahora empieza lo bueno. Sabes lo que quieres y lo que no y cómo conseguirlo. Puede que tengas menos encuentros sexuales, pero ahora son mucho mejores.
Es verdad que es una edad en la que llegan muchos cambios, y para que los entiendas mejor te queremos explicar unas cuantas cosas. ¡Vamos allá!
¿Qué pasa en tu cuerpo?
Ser consciente de lo que ocurre en tu cuerpo es esencial para aceptar los cambios que estás notando y darte cuenta de que no eres la única persona que está experimentando esta metamorfosis. Aparte de la evolución física natural, hay ciertos factores como el estrés, el aumento de responsabilidades y la vida urbana que pueden acelerar la aparición de estos cambios. Según un estudio de Christin Collier, el 35,2% de las mujeres mayores de 30 años sufren acné a causa del estrés y la contaminación que tapona los poros de la piel. Más que nunca tienes que empezar a cuidarte y comenzar (o seguir) con tu rutina de cuidados diarios.
Empecemos por el principio, ¿cómo cambia tu cuerpo?
- Tu memoria alcanza su punto máximo a los 20 años, y a partir de los 30 el hipocampo empieza a encogerse. Puede que empieces a tener lapsus de memoria como, por ejemplo, tener un poco de dificultad para recordar una palabra concreta o el nombre de una película.
- Tu piel deja de fabricar colágeno, elastina y ácido hialurónico por sí misma, esto la hace menos flexible. A partir de los 30 pueden aparecer las primeras arrugas, porque la piel ya no se regenera tan bien como antes.
- En tu cuerpo, la masa muscular disminuye de forma gradual entre un 3% y un 8% cada década a partir de los 30 años, según el doctor Ricardo Losno. Tu metabolismo se ralentiza, lo que significa que hay menos gasto de calorías en reposo y es más fácil que engordes comiendo lo mismo que comías antes.
- Tu vida sexual también cambia. En el caso de los hombres, entre los 30 y los 40 años puede empezar a descender el deseo sexual, ya que bajan los niveles de testosterona (un 2% anualmente). También está muy relacionado con el estrés, las responsabilidades sociales y familiares, el estilo de vida o la paternidad. En las mujeres, en cambio, suele ser la década de más deseo sexual ya que, según un estudio, son más sexuales a los 30 que a los 20. Esto puede estar relacionado con el autoconocimiento del propio cuerpo y de la sexualidad, la seguridad y la predisposición a tener nuevas experiencias.
Una buena rutina para sentirte bien
No te deprimas con la primera parte del artículo, siempre cuesta asimilar los cambios y más si tienen que ver con nuestro aspecto físico. Pero hay que decir que los 30 son una etapa estupenda, en la que te conoces más y tienes mucho más poder sobre tu vida y tu cuerpo. Para sentirte bien contigo, y aunque tengas una agenda frenética, intenta mantener una rutina semanal.
Esto es como una bola que se irá haciendo más grande, cuanto menos ejercicio hagas, más te costará retomar el ritmo, y ocurre lo mismo con otros aspectos como la alimentación y el sexo. Todo lo que empieces a hacer ahora tendrá beneficios en tu futuro. La salud es el bien más preciado que tienes y vale la pena que te cuides…¡Será tu mejor inversión!
Y para que te sientas aún mejor con tu cuerpo te queremos dar unos cuantos consejos:
- Duerme bien y las horas suficientes para ayudar a combatir los efectos del estrés y mejorar tu vida sexual.
- Dedícate tiempo a ti mismx para desconectar y darte una buena sesión de mimos.
- Mastúrbate: reducirás estrés, quemarás calorías, te ayudará a dormir mejor, conocerás mejor tus zonas de placer, es divertido y...¡gratis!
- Maquíllate de forma más natural y resalta tus partes más atractivas.
- Intenta tener una alimentación más saludable.
- Sigue una rutina de deporte en la que entrenes fuerza y tonificación.
- Di adiós al tabaco y al alcohol, o por lo menos reduce su consumo al mínimo.
- Ten una rutina para tu piel: lávate la cara por la mañana y por la noche para eliminar los restos de contaminación y aporta vitaminas con alguna crema, suero o aceite hidratante.
- Puedes aplicar un nuevo mantra de bienestar: hidrátate, medita y mastúrbate (MUCHO)
Tu sexualidad
Ahora que ya sabes qué te ocurre en el cuerpo y algún truco para sentirte mejor, hablemos de la parte más divertida: ¡el sexo!
El mejor sexo que vas a tener será seguramente en este período de la vida. Sabes lo que quieres, lo que te gusta y estás mucho más abiertx de mente para probar cosas nuevas. Además, en tus encuentros buscas más la calidad que la cantidad y, por supuesto, pones mucha atención en tener encuentros seguros. Recuerda que el sexo no es solo algo que se practica con otra persona, a solas también puedes gozar mucho. No hay nada mejor que la autoexploración y el autotocamiento para tener una vida sexual plena y satisfactoria.
A pesar de tener más confianza, seguro que sigues teniendo muchas dudas. Aquí van algunos consejos para que disfrutes más plenamente del sexo:
- La cantidad ya no importa. Es momento de dejar de lado esa agenda en la que contabilizabas cuántos encuentros sexuales tenías por semana/mes/año. El sexo es personal, y cada persona lo entiende de distintas maneras. Algunas personas están felices de tenerlo una vez al año. Algunas parejas quieren tener relaciones sexuales varias veces a la semana. Ambas opciones son igual de saludables, solo tienes que encontrar tu equilibrio.
- Pásate al mindful sex. Un “aquí te pillo aquí te mato” siempre sienta bien, pero... ¿por qué no te tomas un poco de tiempo para disfrutar del sexo? Organízate un pequeño break donde el tiempo no tenga importancia y disfruta del sexo en el aquí y el ahora, a solas o en compañía. Utiliza tu placer como una meditación para desconectar de tus preocupaciones diarias.
- Si tienes vagina, una de tus preocupaciones puede ser la sequedad vaginal. Puedes haber empezado a notar dolores, molestias y tirantez durante tus relaciones, y en consecuencia ya no disfrutas tanto. No te preocupes porque tiene solución: para que el sexo sea más placentero ten siempre a mano un lubricante, y déjate fluir por un placer sin molestias. También puedes ir a ver unx fisioterapeuta de suelo pélvico y hacer ejercicios Kegel con bolas chinas para generar cambios a nivel mecánicos. Te ayudará a activar la lubricación, a ganar humedad y elasticidad.
- Si tienes pene, puedes empezar a notar dificultad en las erecciones y seguramente te preocupe no estar a la altura de tus relaciones sexuales. Lo primero es quitarte de la cabeza esa idea preconcebida de que el sexo es todo coito (coitocentrismo), que si no se te levanta no tendrás ni podrás dar placer. El sexo no es solo penetración ni tiene por qué estar tan centrado en los genitales. Experimenta con distintas formas de tener sexo y con distintas partes del cuerpo. También puedes hacer ejercicios Kegel, para ello habla con fisioterapeutas del suelo pélvico o ve a una consulta de sexología para que te ayuden. Prueba posturas como la del misionero, el perrito o la cucharita para controlar más fácilmente el ritmo y la profundidad, y que así se adapten a tu erección.
- No más spectatoring. Esto significa que durante el sexo nos vemos desde fuera y, en vez de disfrutar y focalizarnos en las sensaciones, estamos prestando atención a nuestro cuerpo, la situación y a cómo nos verá la otra persona. Deja de revisar tu cuerpo y empieza a centrarte en disfrutar de lo que estás haciendo.
- Potencia las partes de tu cuerpo que más te gustan. Puedes jugar con antifaces, ropa interior con la que te sientas bien o ponerte ese modelito con el que tienes la sensación de que te vas a comer el mundo. No cambies nada, porque eres un bellezón tal y como eres. La seguridad es tu mejor arma y la que tumbará a tus amantes.
- Un aftercare poderoso. Es importante dedicar tiempo después de las relaciones sexuales para conectar con tu cuerpo, ya sea a solas o en pareja. Unas caricias, unos abrazos, unas cosquillas o una sesión relajante con un aceite esencial te ayudarán a culminar el proceso.
- Experimenta nuevos placeres. ¿Crees que lo has probado todo? ¿Por qué no innovar? Los juguetes sexuales revolucionan la manera en que disfrutamos del sexo, y hay para todos los gustos. Deja de pensar en cómo tu cuerpo ha cambiado y empieza a disfrutar del cambio con unas buenas vibraciones.
- Baila, siéntete sexy y conecta con tu cuerpo. Acompaña ese baile con una buena sesión de música. El baile es un arma de seducción y libera muchas tensiones. Te ayudará a mejorar tu actitud, a dejarte llevar, liberarte de la vergüenza y sentirte más sexy, o simplemente a pasar un buen rato.
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Entrar en la edad adulta es un viaje que merece la pena, es cuestión de aceptar que las cosas cambian y, sobre todo, cuidarte para seguir estando en plena forma y gozar de cada momento. Lena Dunham, creadora y protagonista de la serie Girls, dijo esto en una entrevista al cumplir los 30 años: “Solía pasar mucho más tiempo que ahora tratando de entender por qué no agradaba a la gente. Recuerdo estar sentada cuando tenía poco más de 20 años y pensar: ‘¿Por qué esa chica siempre es mala conmigo en las fiestas?’ Y luego me di cuenta de que no importa.”
A la única persona que tienes que gustar es a ti mismx, lo más importante es que te sientas bien por dentro y por fuera, y que goces de tu sexualidad de todas las maneras que te dé la gana.