VIH: estigma, prevención y tratamiento
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La medicina moderna ha permitido que la mayoría de las personas infectadas por el VIH vivan una vida completamente normal
El VIH es, probablemente, una de las infecciones más estigmatizadas de todos los tiempos. Este estigma puede provocar un fuerte rechazo social hacia las personas contagiadas de esta ITS, lo que puede llevar a su marginalización por pertenecer a un grupo socialmente inaceptable.
El VIH siempre ha estado rodeado de mitos y falsas creencias, como que las personas que lo contraían eran promiscuas e incluso se les ha aislado o estigmatizado. Sin embargo, en pleno siglo XXI sabemos que llevar una vida sexual activa no es nada malo, de hecho, ¡puede ser de lo más enriquecedor!
Además, esta discriminación puede afectar emocional y psicológicamente a las personas seropositivas, que comienzan a tener una visión negativa de sí mismas y a aislarse. Por eso, está en nuestras manos combatir este estigma con información, ¡y es que la ignorancia es el caldo de cultivo de los prejuicios!
Por suerte, los avances en medicina han permitido que en la actualidad muchas personas con VIH no lleguen a desarrollar el sida y puedan llevar una vida personal y social completamente normal.
¿Sabías que el sida y el VIH no son lo mismo?
Mucha gente comete el error de pensar que son sinónimos, pero es importante saber diferenciarlos:
VIH: para empezar, el VIH es un virus. Aunque nuestro sistema inmunitario es capaz de eliminar otro tipo de virus, no es el caso del VIH. Las siglas VIH vienen de virus de la inmunodeficiencia humana, lo que significa que afecta directamente a nuestro sistema inmunitario.
Sida: el sida es una condición; se trata de la enfermedad que se puede llegar a desarrollar a causa de haber contraído el VIH y que consiste en la ausencia de una respuesta inmunitaria ante una afección. De hecho, no todas las personas portadoras del VIH tienen por qué llegar a desarrollar el sida, y es lo que se intenta evitar con los tratamientos para las personas infectadas.
¿Cómo luchar contra el estigma del VIH?
El estigma que castiga a las personas seropositivas puede desaparecer y depende de cómo tratamos el tema las personas que integramos la sociedad, ¿o acaso tratarías diferente a una persona con diabetes? ¡Pues claro que no! Por eso, si quieres formar parte del cambio, te dejamos algunos consejos para luchar contra el estigma del VIH:
Hablar sobre el virus: es importante hablar abiertamente y con normalidad sobre el VIH, ya que miles de personas contraen el virus cada año en nuestro país y no hablar de él solo provocaría su invisibilización. Hablar del virus acabaría con el tabú y además nos ayudaría a saber más sobre él y sobre cómo evitar su transmisión.
Informarse sobre el VIH: ¡la información es poder! Aprender más sobre el VIH es uno de los primeros pasos para prevenir su transmisión, para saber cómo tener una vida saludable con el VIH en caso de contraerlo y, sobre todo, para ayudar a las personas seropositivas de nuestro alrededor a dejar de sentirse avergonzadas y solas ante su situación.
Cambiar el lenguaje: para empezar, y como explicamos más arriba, ¡no confundas los términos sida y VIH! Son cosas diferentes. Asimilar estos conceptos nos ayudará a comprender que una persona infectada no es necesariamente una persona enferma.
No participar en el aislamiento social de las personas seropositivas: si el hecho de saber que alguien tiene VIH hace que cambies tu forma de actuar con respecto a esa persona, no estará ayudando en nada a su integración en la sociedad. Pueden salir, relacionarse e interactuar como cualquier otra persona, así que... ¡no les des la espalda!
Prevención del VIH
Una vez más, el estigma y la invisibilización pueden provocar que pequemos de incautos. Ahora que sabemos que el virus existe y que existen medios para prevenirlo, ¿no te parece una tontería no informarte sobre ellos? Están a nuestro alcance y nos permitirán llevar una vida sexual más tranquila y responsable. En el caso de los medicamentos, recuerda consultar siempre al equipo médico antes de comenzar a consumirlos.
Preservativo externo o interno: también conocidos como preservativos para pene o para vulva. Este método de protección de barrera es altamente eficaz para prevenir la infección por VIH u otras ITS (infecciones de transmisión sexual) como la gonorrea o la clamidia. Los de látex son los más efectivos contra el VIH.
PrEP (profilaxis prexposición): se trata de un medicamento muy efectivo que toman las personas con un alto riesgo de exposición al VIH y que evita su infección a través de relaciones sexuales. Un ejemplo de cuándo se recomendaría este tratamiento es cuando tu pareja tiene el VIH.
PEP (profilaxis posexposición): son unos medicamentos que se toman después de una posible exposición al VIH. Es necesario tomarlos dentro de las 72 horas posteriores a la exposición al virus, aunque cuanto antes lo hagas, mejor, ¡cada hora cuenta! Si has tenido relaciones sexuales con una persona con VIH acude o llama al médico, donde podrán asesorarte.
¿Llegará algún día la vacuna?
Actualmente se está desarrollando una vacuna, pero aún está en fase de ensayo. Su desarrollo es uno de los mayores retos de la medicina, ya que el VIH infecta las mismas células necesarias para la respuesta inmunitaria.
Tipos de pruebas de VIH
Hacerse pruebas rutinarias de ITS es esencial para una vida sexual saludable y responsable. Las pruebas de VIH suelen hacerse mediante extracciones de sangre, de saliva e incluso de orina. Hay varios tipos:
Pruebas de anticuerpos: las pruebas rápidas disponibles suelen ser de este tipo. Analizan si existen anticuerpos contra el VIH en el organismo.
Pruebas de antígenos o anticuerpos: buscan tanto la presencia del virus como de sus anticuerpos.
Pruebas de ácido nucleico: detectan la presencia del virus en la sangre y su carga vírica.
Tratamiento para personas infectadas por VIH
Aunque no hay cura, las personas seropositivas cuentan con medicamentos que reducen la cantidad del virus en el organismo y que lo mantienen a raya (en su mayoría en un plazo de seis meses). Para poder llevar una vida normal, será necesario que los medicamentos se tomen de forma regular y constante.
El tratamiento de la infección por el VIH se llama tratamiento antirretroviral (TAR). Se trata de una combinación de medicamentos de ingesta diaria que impiden que el virus se reproduzca, lo que permite que el cuerpo genere más linfocitos. El objetivo del tratamiento es reducir la carga viral hasta el punto de que el virus sea indetectable.
Además de mejorar la calidad de vida de las personas seropositivas, el tratamiento reduce el riesgo de transmisión del VIH. Por eso, es muy importante detectarlo cuanto antes para romper la cadena de infección.
Indetectable = intransmisible
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Ya has visto que una persona seropositiva puede llegar a vivir una vida larga y sana gracias al tratamiento adecuado. Por eso, ¡librémonos del estigma y hablemos del VIH! Las medidas de prevención y las pruebas periódicas forman parte de una sexualidad sana y responsable con unx mismx y con tus parejas sexuales.
Las preguntas más frecuentes sobre el VIH y sus respuestas
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La estigmatización y el VIH forman un círculo vicioso que hay que romper. ¿Te animas a romperlo con nosotrxs?
En el mundo hay 38 millones de personas que tienen el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) o que padecen la enfermedad causada por este virus, el SIDA (síndrome de inmunodeficiencia adquirida). El número de nuevas infecciones por VIH ha bajado un 23% desde 2010, y las personas con VIH disponen de un tratamiento antirretroviral que hace que el riesgo de transmisión sea muy bajo o incluso nulo. Estos dos grandes hitos de los últimos años parece que no han conseguido terminar con todos los mitos y estigmas entorno al VIH. A continuación, te contamos los puntos clave para que la próxima vez que escuches un bulo sobre el VIH lo puedas desmentir al instante.
¿Tener el VIH es lo mismo que tener el SIDA?
Uno de los errores más comunes es utilizar VIH y SIDA como si fueran sinónimos. Nada más lejos de la realidad. El VIH es el virus (o mejor dicho, retrovirus). En cambio, el SIDA es la enfermedad causada por el VIH (cuando tu cuerpo se queda sin defensas). Por tanto, puedes tener el VIH, estar bajo tratamiento antirretroviral y no tener SIDA.
¿Cómo se transmite el VIH?
El VIH se puede transmitir por la sangre, mediante el sexo sin protección y por intercambio de fluidos genitales o durante el embarazo, parto o lactancia.
Se puede convivir perfectamente con una persona con VIH, así como mantener relaciones sexuales seguras. El riesgo de infección por sangre es muy bajo, a no ser que compartas jeringas, agujas o tengas relaciones sexuales sin protección teniendo la menstruación. El VIH es un virus muy poco resistente a condiciones ambientales, es decir, solo sobrevive en el cuerpo humano.
En el sexo, si no se utiliza protección, el riesgo de transmitir y contraer el VIH es más elevado, como ocurre con cualquier otra infección de transmisión sexual. En primer lugar, conviene aclarar que besar en la boca, masturbarse mutuamente, acariciar, masajear o lamer el cuerpo no suponen ningún riesgo de infección de VIH. Donde hay más riesgo es en la penetración anal y vaginal, en el sexo oral y en la compartición de juguetes sexuales. Pero para eso están los preservativos y las barreras de látex (puedes cortar un preservativo si no la tienes a mano). Si usamos protección no hay ningún riesgo de contracción. Además, más adelante veremos las opciones que tenemos si hemos estado en una relación de riesgo o si tenemos una relación con una persona seropositiva (es decir, una persona con VIH).
Como cualquier otra ITS, se previene con protección
Los métodos de prevención del VIH más eficaces son el uso del preservativo para pene, el preservativo interno o la barrera de látex. No solo sirven para prevenir la transmisión del VIH, sino también para prevenir otras ITS y embarazos. También se recomienda utilizar lubricantes a base de agua o silicona, especialmente durante el sexo anal, porque reducen el riesgo de que se rompa el preservativo y de que se pueda producir una herida.
Aparte de eso, es fundamental hacerse las pruebas de detección de ITS de forma recurrente tanto tú como tus parejas sexuales. Si nos iniciamos en una relación sexual nueva, estamos en el derecho de preguntar si se han hecho las pruebas o cuánto hace que no se las hacen. Y, sobre todo, si no se han hecho las pruebas o los resultados son de hace tiempo, ¡ante todo, usad protección! Esto también se aplica si la persona con la que tenemos sexo tiene VIH y está con el tratamiento PEP o PrEP.
¿Cómo funciona el tratamiento frente al VIH?
El tratamiento frente al VIH es una combinación de fármacos que no solo impide la replicación del virus en el organismo, sino que también protege a tus parejas sexuales de una posible infección.
El objetivo de este tratamiento es conseguir una carga viral indetectable, lo que significa que el VIH está bajo control. Es decir, se busca que la cantidad del virus VIH en una gota de sangre sea tan baja que la prueba de detección del VIH no lo detecte. Si en tu cuerpo hay una cantidad muy pequeña del VIH, este no podrá atacar ni debilitar tu sistema inmunitario, y es menos probable que padezcas enfermedades o infecciones. Además, y esto es muy importante, una carga viral indetectable reduce enormemente el riesgo de transmisión del VIH.
Cuando la carga viral es indetectable el VIH es intransmisible. No obstante, esto depende de tres condiciones muy importantes: que el tratamiento antirretroviral se tome cada día, que se mantenga la carga viral indetectable como mínimo durante seis meses y que se tome el tratamiento todos los días como ha sido prescrito. Seguir correctamente el tratamiento es esencial para que sea efectivo (si se te olvida tomar la medicación una vez no pasa nada, pero dejar de tomarla durante 2 o 3 días puede bastar para que la carga alcance niveles detectables). Si se cumplen esas tres directrices, el riesgo de transmisión sexual del VIH se reduce a cero.
Ah, y otra cosa que tiene que quedar muy clara: tener VIH y ser indetectable no quiere decir que ya no debas protegerte. Puedes volver a contraer VIH, otras ITS o un embarazo no deseado.
He tenido una relación de riesgo de contraer el VIH. ¿Qué hago?
La profilaxis post exposición (PEP) es un medicamento de emergencia que puede prevenir la infección por el VIH si se comienza a tomar cuanto antes (dentro de las 36 horas posteriores a la posible exposición al VIH y no más de 72 horas después). Se tiene que tomar según lo hayan recetado durante 28 días y se hacen tres pruebas: al inicio y al final del tratamiento, al final del tratamiento y dos meses después de haberlo terminado. Este medicamento no interfiere con el tratamiento hormonal de personas trans, con métodos anticonceptivos ni con la pastilla del día después.
¿Y si mi pareja tiene el VIH?
La profilaxis preexposición (o PrEP) es un medicamento para las personas que no tienen el VIH y que tienen un riesgo muy alto de contraerlo a través de relaciones sexuales. Se recomienda que las personas seronegativas que estén en una relación sexual o quieran tener hijxs con una persona VIH positiva tomen PrEP. Los estudios han demostrado que la PrEP reduce el riesgo de contraer el VIH en las relaciones sexuales en aproximadamente un 99% cuando se toma diariamente.
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Conocer la información real sobre este virus es la manera más directa de ayudar a romper mitos y parar la transmisión del VIH. Esto es muy importante, porque hay una relación cíclica entre la estigmatización y el VIH. La gente que es discriminada y marginada es más vulnerable a contraer VIH, y aquellas personas que viven con VIH son más susceptibles de ser estigmatizadas y discriminadas. Así pues, si has llegado hasta aquí, has puesto tu granito de arena para romper este círculo vicioso.
ITS – Infecciones de transmisión sexual – Todo sobre ellas
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Siempre es mejor prevenir que curar. Así que, antes de tener que acudir al médico para hacerte pruebas de ITS, conoce qué tipo de infecciones de transmisión sexual existen, cuáles son sus síntomas y cómo puedes prevenirlas. ¡Te ayudará a evitarlas!
Para que sigas disfrutando plenamente del sexo de forma segura y saludable, te explicamos todo lo que necesitas saber sobre las ITS, popularmente conocidas como ETS o enfermedades de transmisión sexual.
Qué son las Infecciones de transmisión sexual (ITS)
Las infecciones de transmisión sexual son infecciones que se transmiten de una persona a otra mediante el intercambio de fluidos genitales, sangre o el contacto directo con llagas infectadas, es decir, el contacto sexual sin protección.
La pasión y el desenfreno sexual no deberían ser un peligro para tu salud. Ser consciente de ello es el primer paso. Protegerse es el segundo y el más importante.
Cómo prevenir una infección de transmisión sexual
La mejor manera, y la más efectiva, de prevenir la transmisión de ITS es con el uso de preservativos para la penetración (tanto internos, o vaginales, como externos) y de barreras de látex en el momento de hacer un cunnilingus o un beso negro.
Cómo colocar la barrera de látex VER MÁS ❯
Síntomas de una infección de transmisión sexual (ITS)
Y sabiendo esto, ¿cómo puedes darte cuenta de que has entrado en contacto con una ITS? Tener ardor al orinar, picor vaginal, llagas en la zona genital, verrugas genitales o incomodidad durante las relaciones sexuales son algunos indicios que nos deben hacer sospechar sobre la posibilidad de haber contraído una ITS.
Así que si sientes alguno de estos síntomas, no los pases por alto ni pienses que es algo pasajero y normal. Acude a tu médico de cabecera, a un centro especializado en detección de ITS o a un Centro de Atención Primaria para que te faciliten toda la información que necesitas saber y, si es necesario, te realicen pruebas de detección.
Principales tipos de infecciones de transmisión sexual
1. VIH (virus de la inmunodeficiencia humana)
El VIH es un retrovirus que infecta a las células del sistema inmunológico y las destruye, reduciendo la capacidad del cuerpo para protegerse de otras infecciones y enfermedades. En otras palabras, el VIH se “apodera” de las células encargadas de defender nuestro cuerpo (llamadas linfocitos T) y los inhabilita, dejando nuestro cuerpo totalmente desprotegido. En realidad, el VIH no “mata”, pero hace que puedas morir de un simple resfriado.
El VIH no tiene cura, pero sí tratamiento. Las personas infectadas pueden tener controlada la enfermedad pero esta no desaparece nunca por completo. Y cuando el cuerpo desarrolla infecciones o alguna enfermedad paralela al VIH, se le llama SIDA (síndrome de inmunodeficiencia adquirida).
Lo que se transmite es el VIH, o sea el virus. El SIDA es la manifestación final de la enfermedad.
El VIH se transmite a través del ingreso de sangre, semen y líquido preseminal, fluidos vaginales y rectales y por transmisión vertical madre-hij@. Las dos maneras más frecuentes de contagiarse son por sexo vaginal o anal sin condón o por compartir jeringas o agujas infectadas.
2. Herpes genital
El herpes genital es una ITS causada por el virus herpes. Si afecta a la zona cercana a la boca, será un virus herpes de tipo 1. Si afecta a la zona genital, será un virus herpes de tipo 2. En el caso del herpes genital, los síntomas suelen ser malestar, fiebre, picazón y pequeñas ampollas en los labios de la vagina, en el pene, alrededor del ano, en los glúteos o en los muslos. El contacto con las ampollas puede transmitir la infección. Lo bueno es que los síntomas desaparecen a las 3 semanas (incluso menos) si se realiza el tratamiento, aunque el virus permanece en el cuerpo para toda la vida.
El tratamiento del herpes puede complicarse si hay otra infección de transmisión sexual en el cuerpo, como el VIH.
3. Gonorrea
La gonorrea es una infección ocasionada por la bacteria Gonococo. La gonorrea puede infectar la uretra, el cuello del útero, el recto, el ano y, en caso de haber practicado sexo oral, también la garganta. Es la segunda infección de transmisión sexual más extendida en Estados Unidos y Europa.
Los síntomas en los hombres y personas con pene incluyen:
Dolor y ardor al orinar (uretritis aguda)
Aumento de la frecuencia o urgencia urinaria
Secreción del pene (de color blanco, amarillo o verde)
Abertura del pene (uretra) roja o inflamada
Testículos sensibles o inflamados
Dolor de garganta
Los síntomas en las mujeres y personas con vagina pueden ser muy leves y se pueden confundir con otro tipo de infección. Estos síntomas incluyen:
Dolor y ardor al orinar (uretritis aguda)
Dolor de garganta
Relaciones sexuales dolorosas
Secreciones vaginales
Dolor intenso en la parte baja del abdomen y/o fiebre (si la infección afecta a las trompas de Falopio y la zona del estómago)
Tiene cura pero, si no se trata a tiempo, puede llegar a comprometer la fertilidad de ambos sexos.
4. Tricomoniasis, una ITS muy común
Causada por un parásito, el protozoo Trichomonas vaginalis, la tricomaniasis es una de las ITS más comunes. Casi siempre se transmite por contacto sexual (sobre todo penetración vaginal), por lo tanto, métodos de barrera como el preservativo son una buena forma de prevención.
En las mujeres y personas con vagina, infecta las células de la vagina y la uretra (al igual que en personas con pene). Sus síntomas son: flujo blanco y/o mal olor, picazón o ardor en la vagina, dolor al orinar y/o al tener relaciones sexuales y molestias abdominales. Sin embargo, no es muy común que aparezcan (de hecho, casi la mitad de las personas infectadas no presentan síntomas).
En los hombres y personas con pene los síntomas son líquido en la uretra, dolor o ardor al orinar o inflamación del glande o el prepucio (menos común).
La tricomoniasis puede aumentar el riesgo de contraer o propagar otras infecciones de transmisión sexual. Por ejemplo, puede causar inflamación genital, lo que hace más fácil infectarse con el virus del VIH o transmitírselo a una pareja sexual. Puede ser asintomática y causar infertilidad a largo plazo.
5. Sífilis
Es una infección causada por una bacteria y transmitida a través de las relaciones sexuales. La mayoría de personas infectadas son personas con pene de menos menores de 25 años. Uno de los síntomas más evidentes es la aparición de llagas en el área genital, que normalmente no son dolorosas, pero pueden propagar la infección sobre todo cuando entran en contacto con la vulva, la vagina, el pene, el ano o la boca de otra persona.
La sífilis es una infección de larga duración y bastante compleja. Si no se cura, tiene repercusiones graves en la salud. La buena noticia es que se puede curar con facilidad si se detecta rápidamente. Así que, si sospechas algo, ¡no dudes en hacerte las pruebas!
6. Hepatitis A, B, C
La hepatitis es una infección vírica que puede dañar el hígado. Hay distintos tipos de hepatitis y cada uno de ellos tiene diferentes efectos en el cuerpo: la hepatitis A se puede transmitir a través del contacto oral anal o digital rectal. El tipo B se transmite de la misma forma que el VIH (según las evidencias científicas, incluso mucho más fácilmente que el VIH), a través de la sangre y de fluidos genitales. La hepatitis C, sin embargo, se transmite por contacto de sangre infectada (incluso sangre menstrual).
Es una infección que puede ser asintomática y presentar complicaciones importantes a largo plazo, así que es importante realizar las pruebas de detección de ITS regularmente y tomar medidas de prevención adecuadas: preservativos externos, internos (o vaginales), guantes y barreras de látex...
Además, tener hepatitis aumenta el riesgo de contraer VIH y otras infecciones de transmisión sexual.
7. Clamidia
La clamidia es una infección bacteriana de transmisión sexual y puede transmitirse tanto a personas con pene como con vagina. Puede infectar el cuello del útero (en personas con vagina), la uretra en el pene, el recto o la garganta.
Generalmente es una infección asintomática, por lo tanto, es fácil que se produzcan infecciones o reinfecciones sin que las personas se den cuenta. Asimismo, pueden darse complicaciones como infertilidad y enfermedad inflamatoria pélvica.
Aun así, ocasionalmente puede presentar síntomas como ardor al orinar, dolores en las relaciones penetrativas, dolor abdominal, náuseas y fiebre. En personas con pene, además, puede dar secreciones anormales en el pene, ardor alrededor de la uretra y dolor en los testículos. En personas con vagina se suele manifestar con flujo vaginal anormal.
Si el virus infecta el recto puede ocasionar dolor y sangrado rectal.
Los preservativos y las barreras de látex limitan el riesgo de transmisión del virus, pero no lo anulan del todo, por lo tanto es fundamental someterse a pruebas de detección de ITS con frecuencia para, si fuera necesario, recurrir a antibióticos que curen la infección.
8. Virus del papiloma humano
El virus del papiloma humano o VPH es la infección sexualmente transmitida más frecuente. Generalmente es un virus inofensivo, es asintomático e incluso suele desaparecer espontáneamente. Aun así, algunos tipos pueden producir cánceres o verrugas genitales.
Los condilomas o verrugas genitales son lesiones benignas (no suelen producir tumores) ocasionadas por el virus del papiloma humano (VPH). Su transmisión ocurre, generalmente, a través del coito anal y vaginal, por lo tanto es fundamental tomar medidas de prevención como preservativos y barreras de látex para protegerse.
La infección por transmisión sexual se produce en la vulva, vagina, cuello del útero, ano, recto, pene, escroto, boca y garganta.
Una medida de prevención para evitar contraer el VPH es vacunarse. Para limitar la transmisión del virus, sin embargo, es importante utilizar el preservativo y barreras de látex en el acto sexual. Aún así podría seguir habiendo riesgo, por lo tanto realizar pruebas con cierta frecuencia es importante para detectar posibles complicaciones y frenarlas antes de tiempo.
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Recuerda que tener una o más ITS no te impide disfrutar de forma sana y plena de tu sexualidad. El sexo va de la mano del autocuidado, y tomar las decisiones adecuadas para disfrutar al máximo, es fundamental.
Actualmente se venden barreras de látex y preservativos (tanto vaginales como para el pene) de todo tipo: preservativos con extra de lubricación, preservativos más finos que los normales, con o sin aroma, preservativos fáciles de colocar... ¡De todo y para tod@s!
Así que, ¿por qué no usarlos y te aseguras evitar pasar por estos malos tragos? Porque... no te pienses que las infecciones de transmisión sexual son solo estas (que no son pocas), ¡hay para escribir otro artículo entero!
Imagen del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades - Cómo usar una barrera bucal para tener sexo oral