
El arte del Shibari y el Kinbaku va más allá de las cuerdas y las ataduras
El Shibari y el Kinbaku, aunque diferentes, son disciplinas muy parecidas procedentes de la cultura japonesa como forma de expresión estética y emocional. En este artículo te explicamos en qué consiste, sus orígenes y algunos consejos básicos para iniciarte en este noble arte. ¿Curioso? ¡Pues vamos allá!
Qué es el Shibari y el Kinbaku
Shibari es una palabra japonesa que significa “atadura” y kinbaru “atar con tensión” o “atar con sentimiento”. Por tanto, y aunque se suelen utilizar como sinónimos, mientras el shibari pone más énfasis en la estética, el kinbaku resalta la conexión emocional y erótica de esta práctica.
Más allá de los nudos y las ataduras, el shibari y el kinbaku son una forma de expresión artística y estética que, aunque muy ligada al erotismo, no siempre son consideradas como prácticas sexuales. Sin embargo, el shibari o kinbaku se pueden incluir en las experiencias sexuales ya que ayudan a aumentar las sensaciones y la conexión entrando en dinámicas de dominación y sumisión desde una perspectiva más artística.
Origen del Shibari y Kinbaku y patrones más conocidos
Los orígenes del shibari se remontan a la dinastía Edo de Japón (entre el año 1600 y el 1878), con el nacimiento del Hobaku-jutsu o Hojōjutsu, un arte marcial tradicional que consiste en atrapar y atar a los enemigos con cuerdas. Cada familia de samuráis tenía sus propias técnicas de ataduras, y esto acabó por establecer un extenso catálogo en torno a la disciplina cabuyera.
Más adelante, a principios del siglo XX, el artista Ito Seiu transformó este arte marcial en una expresión erótica, adaptando las figuras para propósitos sensuales, lo que lo convirtió en el padre del shibari.
Por esta razón, cada atadura o patrón de nudos tiene un nombre, como por ejemplo:
- Gote: suele ser la base de muchas de las ataduras. Abarca la parte superior del torso y los brazos.
- Matanawa: ataduras centradas en las zonas íntimas.
- Kikkou: ataduras con formas hexagonales.
- Hishinawa: ataduras con formas romboidales.
- Tsuri: cualquier atadura que sea en suspensión.
Primeros pasos del arte de atar: guía básica para principiantes
El Shibari no es una disciplina que se pueda practicar a la ligera, ya que requiere de mucha técnica, precaución y confianza en la otra persona. Por eso, aunque necesitarás investigar a fondo este tema si quieres iniciarte en el arte japonés, te dejamos unos consejos para empezar:
- Formación y seguridad: aprende con instructores o tutoriales de shibari a ejecutar las técnicas correctas para evitar lesiones y promover una práctica segura, consciente y basada en el respeto y la confianza.
- Materiales adecuados: usa cuerdas de shibari naturales de yute o cáñamo, bien tratadas y suaves; evita materiales sintéticos o ásperos que puedan dañar la piel.
- Consentimiento y comunicación: antes de empezar, hablad sobre límites, deseos y señales y palabras de seguridad, porque el consentimiento entusiasta es la base de toda sesión responsable.
- Poco a poco: empieza con nudos simples y posiciones básicas, enfocándote en la técnica, la conexión y la seguridad antes de explorar cosas más complejas.
- Enfoque emocional: más que atar, el shibari invita a conectar; la atención, la empatía y la presencia plena son su esencia más profunda.
- Cuidados posteriores: tras la práctica, revisa marcas o molestias, ofrece cariño, escucha y contacto afectivo; cerrar con cuidado refuerza la confianza y el bienestar.
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El shibari japonés revela una forma de arte íntima y consciente. En el cruce entre shibari y BDSM, aprender shibari y kinbaku implica explorar emoción, estética y respeto, mientras los nudos shibari tejen vínculos que trascienden la técnica para convertirse en comunicación y confianza.