Dale la vuelta al “No se me levanta” y no tengas miedo al gatillazo en tu próximo encuentro sexual

En las películas y series el sexo es muy fácil. Un hombre viril, tipo James Bond,  coge a su amante, tira todo lo que haya sobre la mesa, y tienen un apasionado encuentro. Y tú, en cambio, te encuentras delante de tu pareja sexual, te invaden los nervios, no se te levanta y te mueres de la vergüenza. Lo único que piensas es “¡Tierra trágame! ¿Por qué no soy como James Bond?”. En ese mundo ficticio no hay lugar para “gatillazos” ni situaciones comprometidas, pero la vida real es muy distinta y está llena de estos momentos embarazosos.  

Lo que has aprendido en la ficción está muy lejos de la realidad, el concepto de persona con pene viril está desapareciendo, y personajes como el de James Bond están dejando lugar a personajes como el de Elio en Call me by your name. Esperamos que con esos cambios también cambiemos la visión del rol de las personas con pene en el dormitorio y el concepto del sexo que tienen que tener.

Tener un "gatillazo” es algo mucho más común de lo que piensas entre las personas con pene. Para disfrutar del sexo deberías sentirte bien contigo, estar en un ambiente que te guste, con una persona que te guste, no crear demasiadas expectativas y dejar de lado tus pensamientos. 

Pero basta de irnos por las ramas, vamos al grano:

¿Qué es un gatillazo? 

El 50% de las personas con pene tendrá un gatillazo al menos una vez en su vida. Por si todavía te lo estás preguntando, podríamos decir qué es un gatillazo cuando el pene no se levanta o cuando de repente se baja y no vuelve a subir, y se da de manera transitoria y esporádica. Pero, ¿cuáles son las causas del gatillazo? Vamos a descubrirlas.

¿Por qué he tenido un gatillazo?

Tal y como te hemos comentado en el punto anterior, el gatillazo es una cosa puntual, y en ningún caso quiere decir que te vaya a volver a pasar o que nunca más tendrás una erección —no hace falta dramatizar la situación, solo la va a empeorar

Seguramente te vienen pensamientos tipo: “No estoy a la altura”, “Soy un looser”, “No va a querer volver a quedar conmigo”, “Me va a dejar”. ¿Por qué no le das la vuelta a la situación, en lugar de tirarte piedras a tu propio tejado?

No te obsesiones con el hecho de no haber tenido o haber perdido esa erección, sino piensa en por qué no has tenido esta erección. Te lo explicamos de manera más sencilla: en realidad, el gatillazo, es tu cuerpo que te está dando un toque de atención, te está avisando de que hay algo que no va bien. Para un segundo y escucha qué te quiere decir

Puedes llegar a tener la percepción de que el sexo es algo mecánico y que el pene es una parte de tu cuerpo que funciona fácilmente: te excitas, se te levanta, tienes sexo y eyaculas. Qué fácil todo, ¿no? Pues resulta que es un poco más complicado, porque tu pene también está controlado por tu cerebro, es decir, si tú no estás bien, tu pene tampoco lo estará. 

Puede haber muchas causas por las que se da un gatillazo, aquí te dejamos unas cuantas posibles causas del gatillazo:

Posibles causas del gatillazo

  • Estrés.
  • Cansancio y fatiga.
  • Falta de concentración por ejemplo, estás pensado en el curro en lugar de en el momento presente.  
  • Ambiente poco erótico: tener un calentón en un lugar público, en el portal de tu casa, hay alguien en la habitación contigua y te da cosa que te oigan, etc.
  • No tener ganas de tener sexo, pero sentir presión por parte de tu pareja o por la presión social. 
  • Inseguridad sexual y con tu propio cuerpo.
  • No saber si estás haciendo las cosas correctamente.
  • Ansiedad por tener que satisfacer a tu pareja.
  • Estar bajo el efecto del alcohol o las drogas.

¿Tiene solución? 

Lo podemos decir más alto pero no más claro: ¡SÍ! Al no ser un problema recurrente, lo mejor que puedes hacer es reírte de la situación y relajarte. Así de sencillo. Aunque seguro que estás pensando que suena muy fácil pero que en realidad no lo es tanto, por eso te damos algún truquillo:

Abraza tus emociones

Aprende a escucharte y a detectar cómo te sientes. Puede ser que tengas un mal día, estés de bajona o simplemente estés triste. Todos estos sentimientos son naturales. Si no estás bien emocionalmente, no te fuerces a tener sexo, puede resultar contraproducente. Escucha tus sentimientos, tus emociones y también a tu cuerpo, te dirán si estás ready para tener sexo; y si no estás con la cabeza para eso, aprovecha y ten una buena sesión de caricias y besos con tu pareja.

Relájate

El día a día nos consume, entramos en una especie de vorágine donde hay que hacerlo todo para ayer, quedar con gente y siempre estar disponible. Y es cuando entra la ansiedad modo ON. Pon el freno de mano, y encuentra momentos para cuidarte y, si tienes la ocasión, practica un poco de mindful sex

5 preguntas con respuesta

Antes de tu próximo encuentro te puedes hacer una cuantas preguntas para asegurarte de que realmente estás con la cabeza en su sitio para disfrutar plenamente de tu encuentro

  • ¿Me apetece tener un encuentro sexual?
  • ¿Cómo estoy emocionalmente? ¿Estoy bien? ¿O estoy un poco de bajona? 
  • ¿Cómo estoy físicamente? ¿Tengo energía suficiente? ¿O estoy agotadx?   
  • ¿Tengo tiempo suficiente para tener una relación sexual? ¿o voy a estar pensando que me tengo que ir? 
  • ¿Me gusta tener sexo en este lugar? 

Si ves que el gatillazo se transforma en una cosa frecuente, te recomendamos ir a una consulta psicosexual. Allí te darán claves para trabajar más profundamente tu caso.  

Que se te quede grabado: el gatillazo no es ningún problema, es tu pene que te está dando un toquecillo para que aprendas a disfrutar del sexo con más calma, en un lugar más adecuado y/o con la cabeza en su sitio. No te fuerces a tener sexo cuando no te apetezca ni a tener una meta sexual, eso solo te creará más frustración. La masculinidad “macho man” está desapareciendo; y, aunque tengas pene, puedes disfrutar del sexo más allá de la penetración y la erección. El sexo son también besos, caricias y el jugueteo. ¡Así que, juega y olvídate de cualquier presión que te puedas meter!